Tuvo una semana de definiciones difíciles, al descabezar a la cúpula del Servicio Penitenciario Provincial y a una treintena de guardias. Es que en la cárcel, un preso dirigía a su banda, a través de un celular, para la venta de drogas; hubo una muerte de un interno y apareció una gran cantidad de elementos prohibidos en los pabellones. El ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, contó detalles sobre tal decisión en el programa "A todo o nada" de Radio Sarmiento. Pero no sólo eso sino que también señaló que después de 2019 le gustaría seguir en el Ejecutivo de Sergio Uñac y opinó sobre el horario de trabajo de los funcionarios judiciales.
– El desplazamiento de la cúpula del Penal y de una treintena de guardias fue una medida sin precedentes, ¿cómo llegó a tomar la decisión?
– Fue una decisión difícil, pero completamente necesaria. Hace ocho meses, dimos el puntapié inicial al poner al nuevo director. Su tarea fue hacer una evaluación y un diagnóstico, que no se puede hacer tan rápidamente. Esa evaluación no fue buena. Teníamos el conocimiento de que existían situaciones y hubo tres hechos que hicieron que se adelantara la decisión. El caso que investiga el juez federal Leopoldo Rago Gallo con las escuchas respecto de un caso puntual, el fallecimiento del interno Alé Maldonado y el tercero, varios allanamientos sorpresivos, en los que se encontraron muchísimos objetos indebidos. Esto nos llevó a tener que relevar de sus funciones y pasar a retiro a la plana mayor. No los quiero poner en tela de juicio, pero sí creo que el Servicio Penitenciario no tenía la dirección que pretendíamos. Sí hicimos una imputación precisa respecto a las personas que hemos desplazado con sumario, que estaban a cargo de las guardias internas cuando fallece Alé y los que estaban al frente de las requisas.
– Dicha decisión fue como un mensaje interno y externo de que el tema va en serio…
– Pensábamos generar un gradualismo, pero está este efecto político y el mensaje que se genera en función del efecto. Porque estas cosas siempre han pasado, pero siempre se diluía la responsabilidad de por qué en este pabellón existían estas cosas y por qué tal persona había fallecido. La determinación que se ha tomado es que las responsabilidades tienen que caer en personas de carne y hueso. Y evaluamos esto del efecto y el mensaje. En las visitas va a haber repercusiones porque estamos cambiando el criterio que se tenía. No son todos, pero hay parte que ingresa muchas cosas.
– Durante su gestión, ¿por qué no se hizo antes?
– Sí se ha hecho antes.
– Pero no con esta magnitud…
– Uno llega a esta magnitud porque anteriormente no funcionaba. Se cambió al anterior subdirector y al director, pero quizás la magnitud de la movida fue en función de lo que decíamos antes: el mensaje tiene que quedar más que claro de lo que pasó, de lo que ha pasado y de lo que va a pasar. Porque, por supuesto, no descartamos más movimientos.
– ¿Por ejemplo?
– Respecto de medidas futuras que tomemos. Si seguimos con requisas, con allanamientos y continuamos encontrando cosas, tomaremos medidas con los internos y con el personal.
– Así se va a quedar sin personal…
– No. Porque hemos tenidos muchos casos de penitenciarios ingresando droga en el Penal, que han sido encontrados por sus propios compañeros. Entonces, hay penitenciarios que hacen las cosas bien y tienen la voluntad y el compromiso.
– ¿Por qué sostuvo al director?
– Porque fue su tarea.
– Pero la muerte del preso Alé Maldonado ocurrió siendo la máxima autoridad dentro del Servicio Penitenciario. ¿Hay críticas para él?
– No puedo adjudicar una responsabilidad a una persona por un hecho que ha pasado por toda una cadena de mando y de responsabilidades. Había una guardia interna, un encargado. No creo que haya tenido absolutamente ninguna responsabilidad.
"Hay que destacar el coraje del director Javier Figuerola. Aceptó un gran desafío".
– ¿Calculan algún impacto tanto dentro como fuera del penal por esta decisión? ¿De qué tipo?
– No descartamos que podamos tener alguna situación.
– ¿Algún motín, protestas de internos dentro del Penal?
– Puede ser. Porque esta decisión no ha tenido que ver solamente con penitenciarios. La ley 24.660 señala que cuando una visita ingresa un objeto prohibido se la puede suspender en su ingreso de manera temporaria o definitiva. Siempre se optó por el criterio más laxo, de suspensiones de dos a 20 días. Hoy quien ingrese cualquier objeto que no esté permitido, tendrá suspendida definitivamente la entrada en carácter de visita al Servicio Penitenciario. Eso va a traer alguna cola, de parte de la visita que no puede ingresar y por parte del interno que no podrá recibir la visita. Está en la ley, es nuestra facultad.
– ¿Alguna vez algún juez le ofreció resistencia a una medida como esta?
– No. Si lo hace, tendrá que fundarlo. No estamos tomando ninguna medida que sea ilegal, por el contrario, estamos tomando una decisión apoyada en una norma jurídica preexistente. Al Penal ingresan y egresan más de 120.000 personas. Estamos hablando de más de 10.000 personas al mes. Entonces, es muy difícil controlar ese flujo. Y dentro de las deficiencias que tiene la cárcel es que no tiene sala de visitas. O sea, hoy se dan dentro del pabellón, dentro de la celda. Es algo que no debería ocurrir.
– ¿Y cómo lo van a resolver?
– Construyendo un SUM de visitas. Hablamos de las sanciones para las visitas, pero el interno que también realice una mala acción se le acelerará el tema de los expedientes que se le inician, lo que le repercutirá negativamente en los beneficios que después les puede otorgar el juez.
– Cambiando de tema, hubo una seguidilla de crímenes en pocos días: la joven desmembrada en Chimbas, el homicidio del prestamista en Santa Lucía y la chica que encontraron en un descampado en Ullum. ¿Ha crecido el índice de inseguridad?
– En función de índices y hablando nada más que de números, San Juan tiene en los últimos años un bajísimo índice de asesinatos. Somos la tercera provincia con menor cantidad de homicidios dolosos en el país. El año pasado tuvimos 15 y todos están resueltos. A junio, tenemos la misma cantidad que en 2017.
– Por otro lado, ¿qué sintió cuando el presidente de la Corte, Abel Soria Vega, se preguntó qué iban a hacer los jueces en la tarde si estaban al día, a lo que el mismo respondió que entonces realizarían crucigramas?
– No quiero entrar en polémica con nadie, pero los jueces, al igual que los funcionarios políticos, tienen que trabajar las 24 horas, mañana y tarde. Si no tienen trabajo, es que nos están sobrando jueces y no creo que nos sobren y no creo que falten tareas. Cuando a los funcionarios nos sobra tiempo, buscamos algo que hacer, algo que cambiar y mejorar. El funcionario político sí está atado al tiempo, porque cada cuatro años lo renuevan. El judicial no porque tiene un cargo vitalicio, con el que siempre he estado en desacuerdo.
– ¿Por qué?
– Con todo lo que sea vitalicio estoy en desacuerdo. Todo lo que se perpetúe en el tiempo genera como un estado de quietud, de status quo. Somos personas, todo lo que dé un grado de seguridad da la impresión que hace que no haya voluntad de superación, de mejorar o que no despierte un desafío. Nos achata. No concibo un funcionario que no atiende el celular las 24 horas.
"Cuando hablé de Flagrancia generó resistencia. Hoy funciona perfectamente".
– En el plano político, ¿le gustaría ser candidato a intendente en Rivadavia?
– No descarto nada. Si tuviera que hablar de preferencia, me gusta el lugar en el que hoy estoy. Pero no sé si es para estar más de cuatro años. Por el ritmo y el nivel de un montón de cuestiones es sumamente desgastante. No lo descarto, pero no me subo a ningún caballo. Sí me gustaría seguir integrando el equipo, en el Ejecutivo, del Gobernador.
– Chau a la Intendencia entonces…
– Cuando a uno lo miden y lo tienen en cuenta es que no está haciendo las cosas tan mal. Ahora, si el Gobernador ve o necesita que uno tiene que ponerse a disposición para cualquier departamento…
– ¿Y como vice de Uñac?
– Uno nunca sabe, no hay que adelantar los tiempos. Hoy no puedo generar ni una especulación ni manifestar, aunque la tenga, una expectativa, que todos los que trabajamos en política las tenemos.
– ¿Lo ve presidente a Uñac?
– Lo veo concentrado en la provincia. Pasa que para llegar a Nación se tienen que alinear todos los planetas. Por supuesto que me encantaría.
– ¿Pero ve que tiene posibilidades?
– Posibilidades sí, probabilidades habrá que verlas. Me parece que falta terminar lo que hemos empezado en San Juan.