El presidente de la Nación, Mauricio Macri, aprovechó una ceremonia oficial para denunciar la existencia de una "mafia de los juicios laborales", según dijo, apuntando contra un grupo de estudios de abogados y a un sector de la Justicia que responderían al diputado nacional Héctor Recalde, jefe de la bancada kirchnerista. 

La exteriorización del fastidio del mandatario es por el agravamiento de una actividad subrepticia que frena la inversión y pone en riesgo la continuidad de numerosas pequeñas y medianas empresas. Los juicios laborales indebidos que preocupan se reflejan en los números de las Aseguradoras de Riesgo del Trabajo (ART) y evidentemente la "industria" del juicio viene siendo muy próspera desde el último lustro. Mientras que en 2010 ingresaron al sistema 53.130 nuevos juicios derivados de accidentes o enfermedades profesionales, el volumen de causas notificadas en 2015 ascendió a 104.186, lo que implica un incremento del 96,1% en ese lapso. 

Sin embargo, paradójicamente, mientras aumentaba la litigiosidad, en igual período se redujo la cantidad de accidentes, según Gustavo Morón, superintendente de Riesgos del Trabajo. Lo grave son las 340 mil actuaciones judiciales en marcha, lo que representan demandas por unos 4.500 millones de dólares, según estimaciones oficiales.  

Las principales cámaras empresarias han coincidido con la denuncia de Macri porque entienden que se ha generado un sistema arbitrario de multas a favor del que reclama, aunque este haya consentido durante años las supuestas anomalías. Todo es posible por un sistema poco claro, con muchos atajos para litigar y poder sacar cuantiosas indemnizaciones que en mínima parte recibe el trabajador por el proceso de honorarios y caprichosos resarcimientos. 

Esta situación afecta principalmente a las pymes argentinas debido a las deformaciones caprichosas de la legislación, ya que no hay parámetros internacionales para comparar los riesgos que supuestamente se afrontan en el país. Ahora que Argentina vuelve a conectarse con el mundo, una de las preocupaciones principales de los inversores es el tema de estos juicios perversos.