De que los Millennials son parte de la generación más incomprendida de la historia -y más interesante, por cierto-, no hay duda. Son depresivos y tienen baja autoestima. ¿Por qué? Según el orador motivacional anglo-estadounidense Simon Sinek, todo tiene que ver con el contexto y la forma en la que fueron criados. Sin embargo, el profesor y fundador de Lectorati.com Ramiro Fernández no está de acuerdo, y refutó la mirada de Sinek en un post que se convirtió en viral.
"A los Millennials, que son un un grupo que nació aproximadamente después de 1984, se los acusa de creerse merecedores, de ser narcisistas, egoístas, sin objetivos, vagos", aseguró Sinek durante una charla ante jóvenes Millennials. "La mayoría de los Millennials creció bajo estrategias de crianza que fallaron. Por ejemplo, les dijeron que eran especiales, les dijeron que podían conseguir todo lo que quisieran en la vida sólo con quererlo".
En esto, Ramiro Fernández coincide: "Tenemos que entender que si estos chicas y chicos son como son, no es otra cosa que el resultado de nuestra propia creación. Si se quiere, son como unos monstruos de Frankenstein pero con barba y chupines". Para Fernández, los jóvenes no fueron criados en una isla, "sino por nosotros, la generación anterior. Nosotros les dijimos que eran especiales, ¿pero acaso no se lo dijo cada madre a sus hijos desde el comienzo de los tiempos?".
Pero, a medida que desarrollan sus ideas, comienzan a aparecer las diferencias. Simon Sinek aseguró: "Este grupo de personas se gradúa, consigue un trabajo y en un instante se da cuenta de que no es especial. Sus mamás no pueden conseguirles un ascenso. Uno no gana nada por llegar último, y no se obtiene algo sólo con quererlo. Y, en un instante, la imagen que tienen de sí mismos se rompe. Así que hay una generación entera que crece con una autoestima más baja que generaciones anteriores".
"Me gustaría que la sociedad y sus padres hubieran hecho un mejor trabajo, pero no lo hicieron. Cuando entran a nuestras empresas, nosotros tenemos que hacernos cargo. Nosotros tenemos que idear formas de aumentar su autoestima, tenemos que hacer esfuerzos extra para enseñarles habilidades sociales que se perdieron", enfatiza.
Fernández difiere. "Creo que en el fondo, lo que en sentimos por los Millennials en mi generación es envidia. Y profunda. (…) Pareciera que los Millennials, todos los Millennials, se juntaron en la G.I.M (Guarida Internacional de los Millennials), que debe estar en un volcán inactivo del caribe (muy James Bond todo) y decidieron que no iban a comer la misma caca que comieron sus padres. Y por lo tanto, no iban a pagar derecho de piso. Y eso es lo que, en último término, nos molesta: no es que solo uno no lo quiera hacer, ninguno lo va a hacer. Creen que es inútil. Lo mismo que creíamos nosotros, pero con la diferencia de que nosotros no teníamos la valentía de decirlo: ellos sí".
"Sinek dice que los Millennials no fueron preparados para el mundo laboral, que les cuesta entender que no son especiales. Una vez más, Sinek se equivoca. Cuando trabajé en MTV Latinoamérica tuve el gusto de conocer millennials talentosísimos; cuando doy clases en la carrera de periodismo, encuentro alumnos a los que va a ser un honor poder llamarlos colegas", afirmó.
"En resumen: las generalizaciones siempre son cómodas. Siempre requiere menos esfuerzo decir: las rubias son tontas, los italianos son gritones, los viejos no entienden nada, los Millennials son todos unos paparulos. A lo mejor, es cierto, hay Millennials tontos. Pero no más (ni menos) tontos que en la generación X, en los baby boomers o como los habrá en la generación Z", concluye.
Fuente: Infobae