A pesar de que todavía se trabaja en la reglamentación para que entre en total vigencia la llamada "Ley Justina", que reafirma que todas las personas mayores de 18 años son donantes de órganos y agrega que ya no es necesario el consentimiento de familiares en el momento del fallecimiento, en San Juan ya se aprecian las primeras repercusiones. "Se incrementó la cantidad de gente que se acerca a informarse y a despejar dudas e incluso miedos", informó Fernando Sarmiento, coordinador del Instituto de Ablación e Implante San Juan (INAISA).
Sarmiento afirmó que actualmente hay en la provincia 225 personas en listado de espera de un trasplante de órgano o de tejido. De ellos, 136 aguardan por riñones, 48 por córneas y 33 son hepáticos, como las 3 demandas principales.
El coordinador añadió que desde que se sancionó la ley, ocurrieron 3 intervenciones, entre la que se cuenta la histórica que se realizó la semana pasada en el Hospital Rawson, cuando por primera vez hubo dos trasplantes renales en forma simultánea, un hito para el nosocomio.
A comparación de principio de año disminuyó la cantidad de pacientes en listado de espera. Una causa fue la campaña que justamente impulsó con el respaldo de sus padres, Justina Lo Cane, la pequeña de 12 años que falleció en noviembre del año pasado aguardando un trasplante de corazón. En cinco meses la tasa de donantes por millón de habitantes creció en el país de 9,23 a 13,3. Luego vendría el proyecto de ley del senador Juan Carlos Marino, que logró la aprobación unánime en las dos Cámaras del Congreso Nacional.
"Se debe trabajar en la difusión de la nueva ley como lo venimos haciendo, que haya pleno conocimiento de la norma. La idea es que la ley sea masiva y podamos llegar a todos los rincones de San Juan; hará falta más profesionales para que cumplan esta tarea", afirmó Sarmiento una semana después que se sancionó la ley, el pasado 4 de julio.
A pesar de los avances, Sarmiento reconoció que todavía se presentan viejos prejuicios. En las consultas, aún surgen las preguntas si hay tráfico de órganos o centros clandestinos de trasplantes, reproduciendo temores que nunca tuvieron sustento real.
De todos modos, la predisposición a ser donante de órganos conforma un grupo muy superior en cantidad a quienes se oponen. Ahora, quienes no quieran serlo, deberán dejarlo asentado expresamente, ya sea afirmándolo en el Registro Civil como en el INAISA. Sarmiento también dijo que en la provincia unos 3.000 sanjuaninos manifestaron su rechazo a ser donantes, mientras que hay unos 40.000 que manifestaron su voluntad de hacerlo.
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Independencia
Por el momento este tipo de operativos en San Juan se realiza bajo la guía de médicos de Capital Federal, aunque no se está lejos de lograr la aprobación para realizarlos en forma autónoma, ya que se cuenta con el equipamiento y el recurso humano necesario para concretarlo. Jorge Girón, jefe de la Unidad de Trasplantes del Hospital Guillermo Rawson, afirmó luego de los dos trasplantes renales que se realizaron en forma simultánea la semana pasada en este centro de salud: "Estamos cada vez más cerca de lograr esta añorada independencia, hemos estado todo el tiempo en contacto con nuestros colegas del Hospital Argerich desde el momento de la ablación y seguimos estando en contacto con ellos manejando juntos el post operatorio, pero en el lugar el equipo era enteramente sanjuanino", aseguró.