Los Pumitas sufrieron la potencia australiana en el Mundial M20 de Rosario, porque después de un primer tiempo dentro de todo parejo, los de Oceanía aprovecharon las oportunidades en el segundo, sacaron una gran diferencia y la manejaron hasta el 34-13 final.

El equipo argentino se quedó a las puertas de su primera final en un Mundial Sub 20 y ahora buscará igualar la mejor actuación histórica: el tercer puesto obtenido en 2016. Los Pumitas sí habían sido campeones mundiales juveniles cuando se jugaba entre menores de 19 años y lo organizaban la Asociación Europea y la World Rugby.

 

Pese a no pocas dificultades, Los Pumitas sacaron adelante un primer tiempo que, a juzgar por las acciones, terminó con una diferencia en contra que bien pudo considerarse un buen negocio.

Australia se acomodó mucho mejor al clima húmedo y a la cancha rápida con un gran manejo que, en contrapartida, Argentina no pudo imitar. Recién pasados los 10 minutos, cuando ya caía 0-3, el equipo de José Pellicena pudo poner un pie en campo de los oceánicos, cuya supremacía territorial era evidente y se acentuaba más aún en la posesión y el control de la guinda.

Cuando parecía que la amarilla al medio scrum australiano Michael McDonald podía darle un respiro a Los Pumitas, que llegaron al empate por un penal de Joaquín De la Vega Medina, los australianos sorprendieron desde el ruck liderados por el primera línea Michael Wood y llegaron al try de Harry Wilson, cuya posterior conversión dejó el marcador 3-10.

El primer tiempo parecía ofrecer momentos aún más oscuros que la propia jornada en el Jockey Club de Rosario, bajo un cielo encapotado, cuando el propio McDonald anotaba su try y Australia se escapaba a 11 puntos (6-17).

Sin embargo, sobre el final del período apareció la esperanza para Los Pumitas, ya que un tackle alto del medio scrum y figura australiana desembocó en la segunda amarilla y su expulsión del partido, y un try penal para el seleccionado argentino que dejó el tablero en un mucho más esperanzador 13-17.

La misma piedra se cruzó en el camino apenas iniciada la segunda mitad. Otra vez Australia, en lugar de sufrir por la ausencia de su medio scrum, le sacó rédito. Y mucho tuvieron que ver los fallos del local.

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Porque dos kicks erróneos, uno tapado que derivó en un line cerca del ingoal propio y un intento de despeje que no funcionó, permitieron que los Baby Wallabies superasen con su maul a Argentina y apoyaran por tercera vez (13-24).

Los Pumitas apretaban y Australia se encontraba en su momento más bajo, pero cuando el equipo de Jason Gilmore no respondía, aparecieron las individualidades.

Fraser McReight robó una pelota a metros de su ingoal y luego llegó una estupenda acción de McDonald, que pateó la pelota dos veces y les sacó años luz de ventaja a sus perseguidores para anotar un nuevo try y llevar la distancia a un mucho más complejo 31-13 cuando apenas había pasado un cuarto de hora.

 

Aquella situación, al cabo, fue determinante. Unos y otros entendieron que la tónica no cambiaría demasiado. Los Pumitas, en los momentos más propicios, habían recibido suficientes cachetazos. Quedó tiempo para que los australianos manejaran la pelota a discreción y aumentaran la diferencia una vez más antes de meterse definitivamente en la final.

 

 

Los Pumitas formaron con Thomas Gallo, Pablo Dimcheff y Francisco Coria; Manuel Bernstein y Lucas Bur; Juan Cruz Pérez Rachel, Juan Martín González y Bautista Pedemonte; Gonzalo García y Joaquín De la Vega Mendía; Mateo Carreras, Gerónimo Prisciantelli, el sanjuanino Juan Pablo Castro y Rodrigo Isgro; Ignacio Mendy.

Luego ingresaron Francisco Minervino, Marcos Moneta, Jerónimo Gómez Vara, Francisco Calandra y Mariano Muntaner.

 

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