Cada vez son más las personas que se vuelcan al vegetarianismo o veganismo, pero hay que tener cuidado con la dieta elegida para no afectar la salud. Es por ello que la nutricionista Ana Paola Fernández Martín nos cuenta qué tener en cuenta si optamos por estas dietas.

Lic. Ana Paola Fernández Martín- M.P: 389

“Antes que nada, lo primero es definir los conceptos” resalta la licenciada Fernández Martín. La línea que diferencia a los vegetarianos de los veganos es tan fina que es normal confundirse. Según explicó la profesional, la alimentación vegetariana engloba muchas alternativas ya que si bien no consumen carne, si productos que tienen intervención de animales, como lácteos, huevos o miel. Quien es vegano, más que una forma de alimentación, elige un estilo de vida más proteccionista. En la alimentación los veganos no consumen productos de origen animal ni producidos por estos.

Una vez aclarado este punto, podemos concluir que ambas dietas eliminan el producto de origen animal. ¿Qué complicaciones puede traer este faltante? Según explica Ana Paola, la ciencia ha demostrado que una alimentación vegana – vegetariana cumple y cubre todos los requisitos alimentarios, siempre y cuando esté planificado y asesorado por un profesional.

“Al no cubrir ciertos nutrientes, se puede caer en enfermedades por déficit o exceso. Hay que tener en cuenta el calcio, hierro, vitamina D y vitamina B12, entre otras. En algunos casos se suplementan y en otras se hace hincapié con la alimentación”, comenta la profesional. Lo ideal es comer la mayor variedad posible, no solo lo que nos gusta.

Si la alimentación es incorrecta, lo más probable es caer en anemia, sentirse débil, tener un sistema inmunológico débil propenso a infectarse con cualquier virus o bacteria. Además si no es variada, puede haber sobrepeso o diabetes. La clave está en el equilibrio.

En la búsqueda del bienestar, la alimentación vegana – vegetariana en el deporte está en auge, ya que se considera que el rendimiento físico va a ser mucho mejor, pero según aclaró la profesional, no se ha demostrado que este tipo de dietas brinden un beneficio extra al rendimiento deportivo, aunque aclara que “es cierto que este tipo de alimentación mejora la calidad de vida y la salud porque hay mayor consumo de frutas y verduras, de cereales integrales y alimentos con mayor cantidad de nutrientes”.

Lo importante es que si vas a cambiar de hábitos alimenticios, sea por salud, por tendencia, ideología o filosofía de vida, tengas en cuenta visitar previamente un profesional para juntos diagramar una dieta acorde a tus necesidades y de esa manera evitar complicaciones a futuro.

 Colaboración:

Licenciada en nutrición Ana Paola Fernández Martin M.P: 389

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