Ayer por la tarde los detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa en la puerta de un boliche de Villa Gesell fueron trasladados a la fiscalía para declarar por lo ocurrido en la madrugada del sábado. Sin embargo, ninguno de los diez jóvenes que debían hablar lo hizo. Ahora se espera que declare el último detenido, Pablo Ventura, que no fue arrestado en la costa como los demás sino en Zárate, de donde son oriundos los acusados.
Luego de negarse a ser indagados por la fiscal Verónica Zamboni, los imputados, que juegan al rugby en el club Arsenal Náutico de Zárate, fueron trasladados a la cárcel de Dolores. En dicho penal esperarán en las próximas horas ser trasladados nuevamente a Villa Gesell para someterse a una rueda de reconocimiento con el objetivo de establecer quiénes agredieron directamente a Fernando y quiénes fueron partícipes. Así se definirá a los acusados como "coautores" del homicidio agravado y a aquellos que serán señalados como "partícipes necesarios".
Crimen en Villa Gesell: los detenidos por el ataque
El único de los once detenidos que aceptará declarar es Pablo Ventura. Su abogado, Jorge Santoro, manifestó que cuenta con las pruebas que indican que su defendido no estaba en Villa Gesell el sábado pasado, cuando ocurrió el homicidio de Fernando, a la salida del boliche Le Brique.
El letrado adelantó en declaraciones a radio La red que después de la indagatoria pedirá la eximición de prisión para Ventura.
Fernando Báez Sosa tenía 18 años y murió por los golpes recibidos el sábado en la madrugada, cuando un grupo de rugbiers comenzó a agredirlo. Según fuentes de la investigación, el episodio comenzó dentro del local Le Brique cuando uno de los amigos de Fernando volcó vino sobre uno de los acusados. Entonces comenzaron a pelear. La gente de seguridad del boliche los sacó del local y ya en la calle los detenidos agredieron a la víctima con piñas y patadas hasta matarla.