La falta de ropa de abrigo es para toda la familia, aunque la preocupación mayor de los padres es por los 3 chicos, de 9, 6 y 2 años, según reconoció el papá, Martín Sanz. Están varados en Comodoro Rivadavia, sin disponer de recursos propios para regresar a San Juan, y en una condición que ya empieza a ser abrumadora, al punto de hablar de indigencia.

Sanz aseguró que viajó con su familia en colectivo hasta la ciudad chubutense cuando no había ni atisbos de un aislamiento social obligatorio en todo el país ni que el coronavirus fuese declarado pandemia, para visitar a un hermano de Martín y cumplir con un trámite. “Hacía mucho tiempo que no veía a mi hermano y aproveché el motivo que debía firmar los papeles de una transferencia para hacer el viaje”, describió el hombre de 36 años de edad. “Mi hermano vive en una vivienda muy pequeña y un vecino nos prestó otra que está muy cerca. Cuando quisimos regresar surgió el primer inconveniente, porque nos vendían pasaje pero sin darnos una fecha”, relató el hombre de 36 años.

En pareja con Gabriela Echegaray, Sanz afirmó que a medida que fue transcurriendo el tiempo, las complicaciones aumentaban. Sanz dijo que en San Juan trabaja para una financiera y en Chubut comenzó a buscar trabajo, aunque sea una changa, pero hasta ahora no pudo conseguir nada.

“Nos fuimos gastando la plata de los pasajes en colectivo. Mi hermano tampoco tiene trabajo estable, por lo que nos ayuda con todo lo que puede, pero a veces no alcanza”, indicó Sanz, quien agregó: “Ya tuvimos que recurrir en algunas ocasiones a una iglesia cercana para poder comer algo ese día”.

A la falta de dinero para cubrir las necesidades básicas, se sumó que comienzan a pasar frío porque no llevaron ropa de abrigo, y el vecino solidario les planteó que necesita que le regresen la vivienda. “No encuentro ninguna solución. Para poder regresar a San Juan necesitamos que alguien nos lleve y no contamos con el dinero para eso ni para estar luego las dos semanas aislados en el hotel”, concluyó.