Los sueños de una de las jóvenes promesas del boxeo quedaron truncos por una muerte tan trágica como repentina. Ayer, minutos antes de las 8, la muerte sorprendió a Mariano Castro, mientras circulaba en su auto por Ruta 40 antes de Progreso, en Rawson.

El joven, de sólo 24 años de edad y padre de sus hijas, se había coronado recientemente campeón de la categoría pesado liviano en el torneo Argentino realizado en Corrientes. En las últimas horas, allegados a la víctima hicieron circular un audio que el chico envió a un grupo de Whatsapp, en el que se mostraba exultante luego del triunfo conseguido. También  trascendieron imágenes inéditas de su última y victoriosa pelea. 

 

 

Desde la Policía, la hipótesis que tomó más fuerza es que se quedó dormido al momento del accidente y que pasó de largo a alta velocidad, sin pisar el freno porque en la calle no quedó la marca. Castro tenía el cinturón puesto, pero la violencia del impacto lo dejó sin chances de vida.

Castro, además de dedicarse al boxeo, tenía con su padre una empresa de seguridad electrónica. Su máximo sueño era pelear en Las Vegas y ser campeón mundial, pero una mala jugada del destino se lo negó.