Como sabemos, una república tiene un sólo estado con tres poderes independientes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. ¿Qué pasó desde 1816 hasta hoy? Durante más de 200 años transcurrieron gobiernos legítimos, no tan legítimos; gobiernos populares y no tan populares; gobiernos de facto y mixtos. Todos, de alguna manera, tratando de que el Ejecutivo sea el único poder en la república, simulando o disfrazando un Estado pre julio 1816 monárquico y autoritario.

Esta actitud llevó a los habitantes a elegir una opinión errónea de las ideologías políticas. Así ciegos, los habitantes con lineamientos partidista de derecha, de izquierda, de centro izquierda, de centro derecha, populistas, etc pero, siempre tras una imagen única de un único jefe "papá paternalista”, que le solucione sus problemas y necesidades.

De esa manera, los habitantes de la república, le otorgan un mega poder al Ejecutivo haciendo poner de rodillas a los otros poderes del Estado: el Legislativo y Judicial.

Así las cosas, esta actitud muy conveniente para los politiqueros creó en los habitantes un pensar de un gobierno unitario paternalista. De manera tal que los sufragios sólo ven el nombre del presidente como único conductor de nuestra república; único responsable de nuestras alegrías y fracasos. Olvidandose que en la república hay tres conductores, tres poderes independientes.

Desde octubre de 2015, se ha vislumbrado una maduración ciudadana. El 52% de los habitantes del suelo argentino vieron que ellos son los dueños de la argentina. No importó el partido político ni la persona que se presentaba a la cabeza del Ejecutivo. Se eligió un cambio.

Este nuevo pensar responsable de los ciudadanos marca el camino a una república con un gobierno republicano que representa a todos quienes pisan suelo argentino y que son libres del pensamiento del Ejecutivo. Y, que deben ser libres del pensamiento de los partidos políticos.

Si en octubre fue el principio del fin de 200 años de "gobiernos paternalistas autoritarios, demagogos y Unitarios”, desde el interior y gran parte de Buenos Aires, se dijo basta al fanatismo político polarizador: Es la primera vez que se visualiza la libertad de poderes.

Por último, habitantes del suelo argentino, "no se dejen engañar”. Nuestro sistema de gobierno es republicano y federal. Somos libres de elegir y discernir nuestro presente y futuro.

A los diputados, senadores, gobernadores, presidente: ustedes son empleados del pueblo y rendirán cuenta de sus actos a cada argentino, no a un partido político, lo hayan votado o no.