Desahogo. Angustia contenida. Explosión intensa. Todas sensaciones. Esas que sintió el pueblo argentino en una jornada épica por los mundiales de fútbol. En un día que quedará marcado en el almanaque de las emociones por siempre.
El pasado quedó atrás definitivamente. Tanto aquel frustrante empate con Islandia como la dolorosa derrota ante Croacia. Que se cambió esto. Que no tuvo remedio esto otro. No importa. Nada importa después que la Selección argentina sacara el pasaje a los octavos de final del Mundial.
"Sabía que Dios está con nosotros y no nos iba a dejar. Quedar eliminados en la primera ronda hubiera sido un final muy feo y muy injusto’.
Leonel Messi – Selección argentina
"Se lo dije a Banega y Otamendi. Sabía que la iba a meter. Las cosas no estaban saliendo. Los jugadores se lo merecen más que nadie. Esto recién comienza".
Marcos Rojo – Selección argentina
Esta vez fue con actitud. Los jugadores mostraron su corazón. también sus atributos de propios jugadores. Algunos más, otros menos. Pero formando un paquetito de amor propio para ganar.
Ayer muchas cosas tuvieron su valor agregado. Pero dos muchachos demostraron que al fútbol se puede ganar de distintas maneras. Esas que no utilizan muy seguido y justamente las que no los hicieron famosos.
Primer ejemplo. Pelotazo cruzado de Banega en el primer tiempo para la aparición de Messi. Lio la bajó con la pierna izquierda y casi en un mismo movimiento, sin ni siquiera dejarla caer a la pelota, la punteó con la misma pierna para sacarle la pequeña ventaja a su marcador. No le quedaba otra. Le dio el derechazo con el alma. Y fue un golazo. Sí golazo a lo Messi pero con la pierna derecha.
Segundo ejemplo. Centro desde la derecha cuando la Argentina ya mostraba desesperación para quebrar la última línea de Nigeria. Rojo entrando a la carrera luchando con su marcador y en la posición típica de un "9′ de área. La empalmó de derecha a la carrera y dejó sin chances al arquero africano. Otro golazo. El que todos gritaron con el alma. Rojo, con la pierna derecha. casi una ironía, porque al zaguero central lo pusieron en el equipo titular por ser un zurdo neto.
¿Para qué más ejemplos? Si con esos dos alcanzó para ganarle a Nigeria y pasar a los octavos de final del Mundial.
Eso sí, éstos dos zurdos que se hicieron derechos en 90 minutos trascendentales jugaron un partido bárbaro. Messi esta vez se mostró. Pidió siempre la pelota. Se movió con inteligencia. Fue compañero de sus compañeros. Tuvo otras para agrandar su cuenta personal. Como ese tiro libre en el primer tiempo que se estrelló en el palo del arquero. Hubiese significado el 2-0 y Nigeria se hubiera caído anímicamente por ese entonces. O el pase en profundidad a Higuaín que el delantero se queda sin ángulo y cae por el achique del arquero. O aquel desborde, ya en el segundo tiempo, por la izquierda que terminó con un centro atrás que el Pipita la tiró a la nubes de una posición inmejorable.
Y Rojo brilló otro tanto. Sacando, en el primer tiempo, pelotas complicados, como esos dos cabezazos tras pelotas frontales de los nigerianos. Y además siendo protagonista de otra jugada polémica, como aquella pelota que busca despejar, le pega en la cabeza y después le da en el brazo extendido. Todo Nigeria reclamó penal. Y el árbitro, luego de ser advertido por el VAR y mirar el televisor, decidió mantenerse con el golpe en el brazo no había sido intencional.
"Francia será un rival muy complicado. Es un equipo muy completo, con jugadores de primer nivel. Arriba tiene jugadores muy rápidos, que marcan mucho la diferencia’.
Leonel Messi – Selección argentina
Claro, hubo otros jugadores que también aportaron su granito de arena. Como el arquero Armani, que al margen de sacar una pelota de gol en el complemento, siempre transmitió seguridad. La tremenda actuación de Banega, que esta vez sí jugó como sabe, metiendo pases entre líneas que fueron fundamentales. Y también el trabajo del juvenil Pavón, que entró en el segundo tiempo y demostró que tiene rapidez y resolución.
5 Son las victorias argentinas ante Las Aguilas de Nigeria. Todas en las Campeonatos Mundiales (Brasil 2014, Sudáfrica 2010, Corea y Japón 2002 y EEUU 1994, siempre en la fase de grupos y todas ellas en las últimas tres décadas.
2 Son los goles que le ha marcado Marcos Rojo a Nigeria y ambos coinciden en que fueron en sendos triunfos argentinos en mundiales. En 2014 hizo el 3-2. Y ayer el 2-1. Notable actuación del defensor argentino.