Nicolás Dujovne reitera una y otra vez que la economía argentina ya salió de la recesión y que hay señales cada vez más contundentes de recuperación. Para sustentarlo cuenta con un "semáforo de la actividad", una planilla de 22 indicadores que monitorea en forma diaria y a la que tuvo acceso Infobae. En todos los casos se trata de información divulgada por el Indec.

 

También son lo datos que se comparten en las reuniones de Gabinete y que monitorea el propio presidente, Mauricio Macri, para tener una idea clara sobre el desempeño de los distintos sectores de la economía.

 

"Hoy ya tenemos más luces verdes que rojas" resalta un alto funcionario del equipo económico, sustentando la idea de que la caída de la actividad ya quedó atrás. Pero las señales del semáforo siguen siendo mixtas.

 

De los 22 indicadores todavía hay nueve en rojo, es decir con evolución negativa. En todos los casos se compara la evolución del último mes (en este caso marzo) contra la evolución de los tres meses previos. Y en realidad, hay algunas variables que aún tienen movimientos prácticamente neutros, por lo que en realidad no tienen luz roja ni verde, sino más bien amarilla.

 

Los grandes rubros definidos por el ministro de Hacienda y su equipo para seguir la evolución de la economía son seis: nivel general, consumo, industria, construcción, sector agropecuario y comercio exterior.

 

La expectativa es que con el correr de los meses en el semáforo de la actividad se enciendan más luces verdes y desaparezcan las rojas. Claramente hay algunos sectores más complicados que otros, especialmente la industria y la evolución del consumo. Son dos segmentos que sufrieron más que otros la recesión del año pasado y a los que le cuesta más recuperarse.

 

Item por item, lo que mira el Gobierno

 

¿Cuáles son los sectores que tienen "luz verde" según estos indicadores seleccionados por el ministro Dujovne? Entre los más destacados aparecen el patentamiento de autos y motos (8% y 11% respectivamente), la producción de hierro y de acero, como también los despachos de cemento.

 

En cambio todavía siguen en rojo otros sectores, como el Estimador Mensual Industrial (EMI); la utilización de la capacidad instalada en la industria (cayó al 60%, mínimo de la última década); la recaudación de IVA en términos reales (muestra una caída de 6,8%); y las exportaciones medidas en dólares.

 

Para incentivar más el nivel de actividad,  el Gobierno tomó una serie de medidas en las últimas semanas. El objetivo es que la recuperación económica se sienta con más fuerza en los próximos meses. Éstas son algunas de las principales decisiones de política económica:

 

1. Marcha atrás en el programa de Precios Transparentes. En ese sentido, se le dio más flexibilidad a los comercios para que vuelvan a prestar en cuotas sin interés, si son ellos los que asumen el costo del financiamiento. Así se busca revitalizar el consumo, muy afectado en febrero y marzo.

 

2. Fuerte impulso al crédito hipotecario, a través del relanzamiento del Procrear (subsidio del Tesoro) y nuevas líneas a 30 años por parte de la banca pública.

 

3. Aceleración de la obra pública. Luego de un arranque tímido, la ejecución ahora se está realizando a toda marcha, lo que ya está impactando en la construcción y en la generación de empleo. De todas formas, el sector aún no recuperó las pérdidas de puestos de trabajo del año pasado.

 

4. En los próximos días se enviará al Congreso un proyecto de ley de "Compre Nacional". El propósito es privilegiar la contratación de empresas argentinas en cada licitación que realice el Estado nacional. Así se busca darle una prioridad a las empresas locales, especialmente aquellas afectadas por el menor nivel de actividad y el atraso cambiario.

 

Además de estos factores, en Hacienda se entusiasman con las próximas mejoras salariales, que deberían impactar positivamente en el poder de compra y por ende en los niveles de demanda interna.

 

Sin embargo, la fuerte suba de tasas de referencia que decidió el Banco Central (desde 24,75% a 26,25% anual) generó más dudas respecto a la velocidad de la recuperación este año. La persistencia del atraso cambiario y la decisión de quitar más pesos del mercado tendría un efecto negativo justamente en el crecimiento, que podría ser bastante menor al 3,5% estimado por el Gobierno en el Presupuesto 2017.

 

Fuente: Infobae