Durante tres meses, Justina Lo Cane esperó un corazón. La niña de 12 años estaba primera en la lista del Incucai desde principios de noviembre, pero su cuerpo no resistió. Justina falleció durante la mañana de este miércoles, en la clínica Favaloro, donde permanecía internada.
La niña sufría una cardiopatía congénita que le había sido diagnosticada a los 18 meses de vida y su historia de lucha, junto a los pedidos de sus padres para que las personas donen sus órganos, conmovió al país.
Si bien existió la posibilidad de que se encuentren donantes, no se logró hallar un corazón que fuera compatible con el de la niña. Su situación fue empeorando paulatinamente y sufrió una trombosis en una de sus piernas, por lo que tuvieron que amputarle los cinco dedos del pie.
La campaña lanzada por su familia para divulgar su pedido había llegado a distintos puntos del país, despertando una solidaridad ejemplar en gran parte de la ciudadanía. Había sido la nena quien, tras entrar a la lista de espera en el Incucai, le pidió a su familia lanzar una campaña para concientizar sobre la importancia de donar órganos.
Su papá, Ezequiel, la ayudó a crear la campaña “Multiplicate por Siete” que, con el hashtag #LaCampañaDeJustina, se viralizó rápidamente y sumó el apoyo de artistas, deportistas y personalidades de distintos ámbitos.