Tras la carta recibida anoche por parte de los tres grupos de acreedores, en la que le muestran, con cifras, que pueden bloquear el canje, el ministro de Economía, Martín Guzmán, volvió a ratificar la oferta vigente y a plantear que la Argentina no puede pagar más. Lo hizo en diálogo con Bloomberg TV, donde dijo que el país ha hecho un “esfuerzo significativo” en los meses que lleva la negociación y que no se está hablando sólo de números, sino de la vida de la gente y de las condiciones que enfrentarán los sectores público y privado hacia adelante.
El ministro reiteró las declaraciones que viene diciendo en las últimas semanas, incluso después de recibir una nueva contraoferta de los tres comités de bonistas a comienzos de la semana pasada. Tras esa propuesta, que logró encolumnar hasta el grupo más cercano al Gobierno –el Comité de Acreedores (ACC)–, el Gobierno se mantuvo firme en su posición e insistió en que no habría cambios en el valor económico de la oferta. Mientras que el VPN de la propuesta oficial es USD 53,5, la de los acreedores alcanza a los USD 56,5 por cada USD 100 nominales.
“No queremos comprometernos a algo que no vamos a poder cumplir. En el pasado se hicieron las cosas mal en ese sentido; ahora las queremos hacer bien”, remarcó Guzmán en la entrevista.
Cuando se le preguntó acerca de por qué una oferta de apenas 3 dólares arriba de la oficial no era sustentable, el ministro señaló que “a sustentabilidad es un concepto de probabilidad y está hecho en base a supuestos”. Si bien dijo que “nadie tiene la bola de cristal”, hizo referencia al trabajo realizado con el equipo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI), que incluso había planteado una cifra menor que la finalmente propuesta.
Sobre los aspectos legales, que el mismo Gobierno reconoció que estaría dispuesto a modificar para acercarse a las demandas de los acreedores sobre los términos contractuales, Guzmán dijo que la Argentina es miembro del G20 y del FMI, por lo que seguirán los lineamientos que la comunidad internacional considere pertinentes. “En 2016, el país adoptó el lenguaje que se había consensuado a nivel internacional, por lo que si hay alguna innovación, lo adoptaremos. Es algo que nos excede”, sostuvo el titular de la cartera de Hacienda.
Por otra parte, el ministro hizo especial énfasis en la necesidad de “alcanzar una consolidación fiscal pero que le permita a la economía recuperarse”, mucho más después de la crisis actual, que provocará una caída mínima de la actividad del 10%. Guzmán volvió a poner como ejemplo lo sucedido en los últimos cuatro años, donde el gasto primario bajó fuertemente pero ello no logró restaurar la confianza. “A raíz del Covid-19, nos llevará más tiempo llegar al equilibrio fiscal, pero es nuestro objetivo”, remarcó, al tiempo que señaló que están preparando una reforma de armonización impositiva que hará “más robusto el sector fiscal”.
El ministro también se refirió al acceso a los mercados internacionales de crédito y asumió las fuertes restricciones que tiene la Argentina. Por eso, sostuvo, es necesario llegar a un acuerdo con los acreedores. De todos modos, afirmó que “tiene que haber prudencia en el uso de crédito internacional, ya que el país tuvo acceso en el pasado y luego lo perdió”. Por otro lado, el funcionario recordó que junto a su equipo estuvieron trabajando fuertemente en recuperar el mercado financiero en moneda local, y el objetivo es seguir en ese camino.
Sobre las negociaciones con el FMI para negociar un nuevo programa, Guzmán reiteró que comenzarán el diálogo una vez que finalice la renegociación con los acreedores privados y se mostró confiado en que llegarán a un acuerdo exitoso, ya que el vínculo hasta ahora fue constructivo, dijo. Si llegara a fracasar el canje con los bonistas, el Gobierno igualmente asistirá al organismo internacional de crédito, aseguran fuentes oficiales.