Ante una plaza colmada, el arzobispo de Buenos Aires cuestionó fuertemente en Luján el avance de la inflación, de la pobreza y de la drogadicción, que deja a ‘jóvenes quebrados’.
‘En tiempos de crisis económicas (las manos de la Virgen María) nos sostienen frente a quienes nos meten las manos en el bolsillo por la inflación, que es el impuesto de los pobres’, señaló el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, al presidir ayer por mañana la tradicional misa de la Peregrinación Juvenil a la Basílica de Luján.
En su homilía, en la provincia de Buenos Aires, García Cuerva aludió a ‘los rostros concretos de 18 millones de hermanos que representan el 40% de pobreza’, a ‘los 9 millones de argentinos que viven en la indigencia, los enfermos, los ancianos que están solos, los adolescentes y jóvenes quebrados por la droga, con su futuro hipotecado’.
Ante cientos de miles de personas que se movilizaron desde el sábado en la 49 Peregrinación Juvenil a Luján, García Cuerva dijo: ‘María de Luján, estamos en tus manos porque estamos desesperanzados y tristes’. ‘Necesitamos recuperar la alegría y la esperanza’, reclamó García Cuerva al presidir ayer la misa de cierre en la Plaza Belgrano, frente a la basílica.
‘María -dijo el arzobispo ante una plaza colmada-, ponemos en tus manos a la Argentina que nos duele mucho’. En una homilía en la que mencionó la campaña electoral, dijo que las manos de la Virgen María ‘son de barro porque están bien metidas en la realidad de nuestra gente’. ‘En ellas confiamos -afirmó- en estos tiempos en que se nos acercan manos llenas de promesas con sabor preelectoral’.
Mientras se exhibían carteles de rechazo al odio que manifiestan candidatos presidenciales, expresó que ‘las heridas de la descalificación, de la intolerancia, de la violencia física y verbal ya supuran. Y nos están infectando el corazón. Es tiempo de unirnos’.
Y ya dirigiéndose a los peregrinos, los animó: ‘La peregrinación es la demostración de un pueblo que no baja los brazos. Que sabe unirse’. Con el lema ‘Madre, estamos en tus manos’, la Peregrinación Juvenil partió el sábado a las 10 desde el santuario de San Cayetano de Liniers, en la ciudad de Buenos Aires, hacia la Basílica de Luján, en la provincia de Buenos Aires, en una caminata de más de 60 kilómetros. Este año la peregrinación contó con la presencia de García Cuerva, quien caminó junto a los fieles todo el trayecto hasta Luján, en un hecho inédito ya que nunca antes un arzobispo porteño había hecho a pie ese recorrido.