El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva lanzó ayer su candidatura presidencial para los comicios del 2 de octubre y prometió "restaurar" la soberanía económica, política y social de Brasil y enviar el empobrecimiento de la población y el "fascismo" del gobierno de Jair Bolsonaro "a la cloaca de la historia", con el exrival Geraldo Alckmin como compañero de fórmula.
El exmandatario lidera las encuestas para derrotar a Bolsonaro el 2 de octubre y comenzó en San Pablo el camino de su séptima campaña, siendo el principal eje de la democracia brasileña con su fuerza, el Partido de los Trabajadores, tras haber pasado 580 días en prisión en un proceso fraudulento que fue anulado por la corte suprema por persecución política. Con 76 años, Lula confirmó ante el público que se casará por tercera vez el próximo 18 de mayo con Rosángela da Silva, socióloga y su novia desde 2019 y que este evento de su vida privada servirá para alimentar su campaña.
"Hay que restaurar la soberanía de Brasil", afirmó Lula, quien defendió una mayor intervención del estado en la economía, fustigó las privatizaciones del gobierno de Jair Bolsonaro y propuso restablecer la función social de las empresas públicas.