Fotos: Gentileza Pablo Robles Navas
Es estudiante avanzado de Ingeniería Civil y sobre todo, un entusiasta que busca generar y poner en valor sus propias ideas. Hace apenas cuatro meses, Pablo Robles Navas puso en marcha "Concretar, laboratorio de ideas", una propuesta de premoldeados que comenzó con la fabricación de macetas muy originales para quienes buscan exhibir sus plantas con estilo moderno. Este es apenas el inicio, ya que en unos días saldrá un premoldeado en forma de C para armar bancos y parrilleros. Así seguirá sumando opciones ya que Pablo sostiene que "a cada paso que damos algo es de premoldeado".
La idea de generar algo propio estaba desde hace tiempo y bastó ponerlo en palabras cuando le contó a su amiga, Rocío Traba, quien le dio el empujoncito que faltaba para comenzar a mover el engranaje. Así las primeras pruebas para encontrar la mezcla justa no tardaron en llegar, le sucedieron los cursos online para conocer el producto a fondo, y luego el proceso de compra de los moldes para iniciar un camino que tiene un largo recorrido por delante.
Las primeras macetas elaboradas son de aproximadamente de 10 x 10 x 10 cm (pesan aproximadamente 900 gramos), ya que al tratarse de formas geométricas las medidas varían según el estilo. Pronto llegarán otras de mayores dimensiones cuyos moldes metálicos están a punto de salir para producir macetas y jardineras de gran tamaño. Todo lo hace junto a Rocío, una inquieta joven periodista a la que sólo le falta el trabajo final para alcanzar su título de licenciada en Comunicación Social.
Las tareas están asignadas. Pablo se encarga de la producción y Rocío de la parte de comunicación y comercialización, aunque no duda en poner manos a la obra para colaborar en el proceso productivo de estas pequeñas obras de arte.
Un segundo paso fue producir portamacetas, que son unos banquitos que tienen como asiento un premoldeado, ideal para colocar en esquinas o donde el ingenio lo indique para dar un toque original a ambientes interiores o exteriores.
EL CAMINO
Todo comenzó el año pasado, cuando Pablo trabajaba para una empresa constructora en la oficina técnica. "Allí hacía de todo un poco, entre ellos muchos presupuestos de premoldeados. Ahí decidí indagar sobre el tema porque es algo que se usa para todo y ya había visto una publicidad que me hizo pensar en que podía ser una salida laboral para cuando me recibiera. Un día le conté a Rocío lo que quería hacer y ella me dijo que también quería iniciar un proyecto. Se ofreció para que trabajáramos juntos y largamos de inmediato", relata Pablo quien tiene aproximadamente el 70 por ciento de la carrera de ingeniería aprobada.
"Siempre quise empezar con algo a la par de la carrera, porque es difícil hacerse un camino una vez recibido. Si bien sabía que hacer macetas no es algo innovador, debía serlo el material y las formas que ofreciera. Fue cuando decidimos darles un toque artístico, moderno y lograr una mezcla que fuera mucho más resistente a lo que hay en el mercado", cuenta Pablo quien tomó la decisión de comenzar con algo sencillo para avanzar en otros productos para obras.
Las macetas se ofrecen en la actualidad solas o con su planta lista para dar vida a algún espacio, otro desafío que debieron emprender porque ninguno tenía experiencia en cultivos. Muchas llevan piedritas de colores (arena con fragmentos de cuarzo) que dan color y otra estética.
LOS PREMOLDEADOS
Se llama producto premoldeado al resultante de una mezcla de cemento, arena, piedras y otros materiales que se endurecen dentro de un molde para distintos fines. "Es algo que a simple vista parece muy sencillo, pero no lo es tanto si se quieren lograr productos de calidad. Se debe encontrar el punto exacto de la mezcla y usar los moldes adecuados, indica Pablo.
Existen diferentes tipos de moldería, como madera o metal, pero Pablo eligió moldes en 3D de plástico rígido para darle formas más sofisticadas.
"Lo más complicado fue llegar al punto justo de la mezcla y lograr que fuera más resistente de lo que acostumbrado. Para lograrlo tomamos cursos on line, sobre todo con la gente de Domestica de México donde no sólo aprendimos de la fusión ideal si no de componentes que se pueden agregar que van desde colores, vidrio y plástico reciclado para darle otro toque, algo que también haremos acá más adelante", cuenta Pablo que encontró un espacio en su casa para iniciar este laboratorio de ideas.
La alta resistencia de las macetas obedece a que la mezcla también cuenta con microfibra de polipropileno que le añade propiedades al hormigón y le da firmeza. "Una vez que se hace la mezcla para el hormigón comienza a producir reacciones físicas y químicas, y estas microfibras ayudan a controlar esas reacciones y permite que las macetas sean lisas, sin fisuras por dilataciones térmicas, es decir le da un poco de elasticidad. Hay que tener en cuenta que el hormigón es un material muy resistente y a la vez muy frágil porque con un simple golpe se puede partir. Así es que logramos que estas macetas sean muy firmes tanto que si se caen no se parten porque no son son sólo cemento y agua. También cuentan con otros aditivos que le brindan más propiedades", explica.
Las primeras son del color propio del cemento, y ya comenzaron a salir las nuevas con pigmentos oscuros y otras blancas.
La comercialización se hace básicamente por Instagram, sitio por el cual no sólo se puede ver el catálogo si no también hacer la reserva y comprar de acuerdo al gusto personal, mientras llega el momento del local propio para la venta. En este corto tiempo, hay dos viveros que se han sumado para ofrecerlas en sus locales y se hacen las primeras experiencias por Mercado Libre ya que las macetas sólo pesan unos 900 gramos, lo que favorece su envío a distintos puntos del país.
- LO QUE SE VIENE
Pablo sueña con tener un local al que pueda ingresar desde una persona mayor a buscar una maceta para sus plantas hasta un ingeniero que busca un premoldeado para la construcción. Un desafío que comienza a paso firme porque la calidad y la estética se han transformado en la base de esta idea.