Con una visita exprés a Madrid para asistir a la Cumbre del Clima de las naciones Unidas y otra a Rio Grande do Sul en Brasil para la Cumbre del Mercosur, el presidente Mauricio Macri cerrará su última semana como jefe de la Casa Rosada. Tras cuatro largos meses de transición, Macri desarrollará una abultada agenda externa que intentará aprovechar al máximo para dejar un fuerte mensaje en defensa de su gestión económica y la reinserción de Argentina en el mundo con la apertura de las exportaciones a múltiples mercados.
"La prueba está en los acuerdos alcanzados -concretamente, el del Mercosur y la Unión Europea-, y también en el clima político generado", destacó el embajador argentino en España, Ramón Puerta. A punto de dejar la Casa Rosada, Macri viaja a Madrid porque había comprometido su asistencia a la Cumbre del Clima de la ONU, que se trasladó allí porque el gobierno chileno renunció a celebrarla en Santiago debido al estallido social que vive el país trasandino. Se da la situación de que Macri visitará posteriormente Brasil, para la cumbre del Mercosur convocada por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, negacionista del cambio climático, y quien no acude a la cumbre de la ONU, igual que el mandatario estadounidense, Donald Trump.
La presencia del mandatario argentino en Madrid es vista como un gesto positivo por el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, quien invitó a Macri a asistir juntos este domingo al palco del estadio Wanda Metropolitano para presenciar el duelo entre el Atlético de Madrid del "Cholo" Simeone y el Barcelona de Leo Messi. Sin embargo, Macri tiene previsto llegar a la capital española el lunes por la mañana para dirigirse directo a la cumbre. El Presidente estará apenas 24 horas en Madrid, ya que regresará a Buenos Aires mañana tras pasar la noche en la residencia del embajador, un antiguo palacete situado en la céntrica calle Fernando el Santo número 15. Macri es uno de los pocos dirigentes políticos latinoamericanos que estará en la Cumbre, junto con el presidente de Ecuador, Lenin Moreno. Una de las ausencias más llamativas entre el medio centenar de jefes de Estado y de gobierno que asisten será la del presidente francés, Emmanuel Macron, quien enviará a su primer ministro, Edouard Philippe.
Macri participará del Diálogo de Líderes sobre los planes nacionales para incrementar el desafío para 2020 en la lucha contra el cambio climático, y luego mantendrá un encuentro con Sánchez y otros líderes latinoamericanos, además de asistir a la recepción ofrecida por los reyes de España en el Palacio Real.
El embajador Puerta recordó el trabajo conjunto de los gobiernos de España y Argentina a favor del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, y se mostró "optimista" respecto a la nueva era que comienza, pese a las críticas planteadas por el presidente electo, Alberto Fernández.
Macri hablará en la sesión general de la cumbre el martes 3. El miércoles 4, se despedirá de los empleados de la Casa Rosada.
El jueves 5, se va a Rio Grande do Sul, Brasil. Ahí va a participar de su última cumbre del Mercosur y tendrá un último encuentro con Jair Bolsonaro que ya hizo públicas múltiples diferencias con Alberto Fernández.
> La invitación para el 7/D a Plaza de Mayo
Mauricio Macri invitó a sus seguidores en redes sociales a participar de la marcha con la que se despedirá de la gestión pública el próximo sábado 7 de diciembre en Plaza de Mayo a las 18 horas. En un video que posteó en Twitter, el mandatario apostó a continuar la línea de su campaña presidencial, que estuvo marcada por la consigna "Sí, se puede", y recopiló imágenes de las diferentes movilizaciones populares que encabezó en 30 ciudades de Argentina. La pieza, de un minuto de duración, expone distintas preguntas: "¿Se puede cuidar la República?"; "¿se puede decir con libertad lo que pensamos?"; "¿se puede respetar al otro?". "Sí, se puede", es la respuesta que dan los carteles durante el video. La frase que aparece al final de la invitación a Plaza de Mayo para el próximo sábado a las 18 horas, parece marcar lo que será el slogan de Macri a partir del primer día de gestión de Alberto Fernández, con el objetivo de plantarse como jefe de la oposición. Dice: "Seguir cambiando la Argentina se puede. Más juntos que nunca".