La Superfinal de la Copa Libertadores se juega en todos los ámbitos y la política no está exenta. A fin de cuentas, los principales actores del Gobierno son hinchas de River y de Boca. Sin ir más lejos, el propio presidente de la Nación, Mauricio Macri, fue mandamás xeneize en la época dorada del club. Y anoche, en el habitual picado de los miércoles, armó un partido en la Quinta de Olivos con ex futbolistas de los equipos más grandes del país.

 

 

Eso sí, ninguno estuvo identificado con la franja amarilla y el torso azul ni con la banda roja sobre el pecho blanco. Todos vistieron la camiseta de la Selección Argentina en sus dos versiones, la celeste y blanca y la azul.

 

Solo hubo uno, Iván Pavlosky, vocero presidencial y arquero, que lució la del Barcelona de Messi. Pero hubo más jugadores de Boca.

 

 

 

Entre ellos, Pepe Basualdo, Mauricio Serna, Aníbal Matellán, Ariel Carreño, Chipi Barijho, César La Paglia, Raúl Cascini, Marcelo Delgado y Sucha Ruiz. Con pasado en River estuvieron Roberto Ayala, Roberto Trotta y Pipo Gorosito.

 

Los funcionarios de la Casa Rosada no quisieron perderse el partido, claro. Waldo Wolff, diputado por la Provincia de Buenos Aires, fue el arquero del equipo de Macri. Ganó el botín de oro.

 

 El Presidente compartió la cancha con Darío Santilli, vicejefe de Gobierno e hincha de River. El capitán fue Pavlovsky, organizador de los encuentros.

 

Enfrente estuvieron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra; Fernando De Andreis, secretario de la Presidencia, y Rogelio Frigerio, ministro del Interior. Estos dos últimos simpatizan por los "millonarios".

 

 

 

El árbitro fue Hernán Maidana, que habitualmente es juez de línea y fue mundialista en Brasil y Rusia. A todos los hizo formar como en la Copa del Mundo.

 

No jugaron, pero participaron del evento el Pato Fillol, el Tanque Rojas y Christian Gribaudo. La presencia del secretario de Boca no fue casual. Macri está pendiente de la vida institucional del club de sus amores y el dirigente es uno de los delfines de Daniel Angelici de cara a las elecciones de diciembre de 2019.

 

¿Irá acompañado por Juan Román Riquelme como vicepresidente? El enganche de Don Torcuato ayer no estuvo en Olivos, pero ya se reunió con el Presidente de la Nación y zanjaron diferencias.

 

 

 

Ganó 5 a 3 el equipo del Presidente. Hubo goles de Barijho y Matellán. Para los azules marcó dos veces Sebastián Neuspiller, ex delantero de Fénix y gerente operativo de la Superintendencia de Salud de la Nación. El Chelo Delgado hizo otro de tiro libre.

 

Macri llegó cuando iban cinco minutos de un partido que se disputó en un tiempo de 35 y otro de 40. Según le confiaron a Clarín, “nadie lo marcó” al Presidente, que jugó a sus anchas en la Quinta de Olivos. Después, todos comieron un asado. Eso sí, no hubo chicanas respecto al Superclásico. Mucho menos se habló de la coyuntura nacional.