Tanteando el terrero. Ante un auditorio con alto contenido político, Macri bajó un mensaje que va en sintonía con lo que implicará el diálogo amplio que debe iniciar con los gobernadores de cara al ajuste fiscal que exige el acuerdo con el FMI.

 

 

El presidente Mauricio Macri volvió a realizar ayer un llamado a "la madurez y la voluntad" de la dirigencia política para "enfrentar los problemas" que el país "arrastra hace décadas" a partir de "la verdad, el diálogo y la transparencia", y advirtió que, cuando esos valores son dejados de lado, "se deja un espacio peligroso que pasan a ocupar la corrupción, el autoritarismo y la extorsión". Así lo expresó ante un auditorio integrado por 12 gobernadores, entre ellos el sanjuanino, Sergio Uñac, funcionarios, legisladores, jueces y ministros de la Corte Suprema de Justicia con motivo de la apertura de una jornada de trabajo sobre políticas contra el narcotráfico, en el Centro Cultural Kirchner (CCK). Allí, el Presidente destacó como una "señal de confianza" hacia el país tanto al acuerdo alcanzado con el FMI como al respaldo expresado por los líderes del G-7 en la cumbre de la que participó el fin de semana en Canadá.

"Vengo de participar de la reunión del G-7, una vez más con el honor de representar a todos los argentinos junto a los líderes más influyentes del mundo, que nuevamente ratificaron su apoyo al camino que hemos elegido como sociedad", subrayó el mandatario en el inicio del discurso que pronunció en el CCK.

En ese marco, dijo que Argentina hoy tiene una relación con el mundo "basada en la confianza", y afirmó que "emociona ver las ganas" que distintos líderes mundiales "tienen de que salgamos adelante y lo convencidos que están sobre nuestro futuro". "El acuerdo que celebramos con FMI también es una señal de confianza, es un apoyo muy importante que nos va a permitir seguir por el camino del desarrollo en el que estamos avanzando, creciendo de manera sostenida mientras nos acercamos todos los días al equilibrio fiscal", postuló el mandatario en relación al préstamo "stand by" por 50.000 millones de dólares otorgado por el organismo.

En este punto, Macri remarcó que se trata de un acuerdo "responsable y transparente, que pone a los argentinos en primer lugar" y que se concretó -dijo- "gracias a un enorme trabajo en equipo". No obstante, el Presidente remarcó que "solucionar" los problemas del país, "como siempre lo fue, depende de todos los argentinos", con lo cual resaltó que "es una tarea de todos demostrar que estamos frente a un país que quiere cambiar y crecer". "Cuando hablo de todos, incluyo especialmente a la dirigencia política. Nuestra tarea es trabajar todos los días para ganarnos la confianza y el respeto de todos quienes nos pusieron acá, en este lugar, demostrando que tenemos madurez y la voluntad de no volver nunca más a la resignación y a los atajos", postuló.

En el primer tramo del discurso en el CCK, Macri reiteró su llamado a enfrentar "los problemas que arrastramos hace décadas con valores como la verdad, el diálogo y la transparencia". Y advirtió que "cuando faltan estos valores, se deja un espacio peligroso que pasan a ocuparlo la corrupción, el autoritarismo y la extorsión", y sostuvo que, de ese modo, "entran en decadencia las instituciones, se estanca el avance de la infraestructura, se dejan de respetar las leyes y el resultado es que perdemos el rumbo". "Pero los argentinos elegimos cambiar y parte de ese cambio también significa no volver atrás. Ya no queremos que nos mientan, ni tampoco queremos la corrupción ni parches a nuestros problemas de fondo", aseveró, para luego pasar a poner el foco en lo que era el eje de la convocatoria: "Argentina sin narcotráfico". "Ya no queremos un Estado socio del narcotráfico", afirmó Macri, "un negocio" que, en su opinión, creció durante años a espaldas de un gobierno que "no hizo nada para pararlo".

 

>>  Refuerzan la lucha contra narcotráfico 

 

Mauricio Macri también ratificó que la lucha contra el tráfico de drogas es uno "de los principales objetivos" de su gobierno, y la caracterizó como "una política de Estado". "Hace casi dos años asumimos el compromiso de darle pelea juntos", a ese flagelo, "y lo hicimos porque los argentinos queremos vivir en paz", dijo el Presidente, quien se comprometió a "seguir adelante, enfrentando a las mafias y peleando contra las adicciones".

Al destacar lo que se ha hecho en la lucha contra el narcotráfico desde 2015, señaló que "los operativos de las Fuerzas Federales aumentaron, y eso permitió que haya un 40 por ciento más de detenidos y que se incautara casi un 1.000 por ciento más de drogas sintéticas, además de cocaína y marihuana".

En el encuentro se presentó el proyecto de ley de Fortalecimiento de la Justicia Federal, que prevé especializar y ampliar el despliegue territorial, aumentando la cantidad de jueces y fiscales en los lugares más críticos del país como Rosario, ciudades del noroeste y noreste y Buenos Aires. La iniciativa prevé crear 94 cargos de jueces en todo el país y 85 nuevas fiscalías dedicadas exclusivamente a las investigaciones de delitos de narcotráfico; el refuerzo del número de efectivos de seguridad en las fronteras; nuevas metodologías de procesamiento penal y el aporte de la Corte Suprema para avanzar con las causas que involucran a traficantes de droga.