Haciendo la "V"de la victoria y ante los aplausos de un público apretado en los salones de la Corte Suprema en Caracas, Nicolás Maduro juró este jueves para un nuevo mandato de seis años, sin el reconocimiento de buena parte de la comunidad internacional y de la oposición en Venezuela.

 

"Por el legado del pueblo, por Simón Bolívar, por nuestros pueblos originarios, por el legado del comandante Hugo Chávez, por los niños y las niñas de Venezuela", juró Maduro. Y agregó: "no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma", en su tarea por el país.

 

"Desde hoy asumo la presidencia de la República, electo por el pueblo. Aquí estoy, listo para democráticamente llevar las riendas de nuestra patria a un mejor destino, a un destino superior. Hemos cumplido con la Constitución, la democracia y con nuestro pueblo", se defendió ante las acusaciones de ilegitimidad, que le enrostraron desde la oposición hasta la propia Iglesia en Venezuela.

 

Maduro también denunció "la campaña de mentiras perversas y asquerosas" en todo el mundo contra su gobierno. Y destacó que "Venezuela es un país profundamente democrático", dijo. "Somos una democracia de verdad".

 

Maduro habló de "conspiración para vaciar a Venezuela de democracia". Es "público y notorio cómo el encargado de negocios de Estados Unidos personalmente se dedicó a visitar a todos los precandidatos de la oposición que querían participar en las elecciones", acusó. 

 

"Yo no soy un magnate. Nosotros no nos hemos formado en la escuela de la oligarquía y que viven de la entrega al imperialismo norteamericano", siguió.

 

También habló de las derechas que quieren imponerse a "trocha y mocha" y de la intolerancia ideológica. Propuso una cumbre de presidentes de la región para discutir una agenda abierta, y tratar cara a cara el tema Venezuela.

 

"Ratifico mi propuesta, una cumbre especial para revisarnos y debatir francamente", desafió.

 

"Nos tienen miedo de vernos cara a cara. Si así fuera, ojalá un grupo de países latinoamericanos, con un país poderoso del continente, ojalá un grupo de países creara un grupo para la unión de América latina. ¡Ojalá!", agregó y aludió a "los doce países del ALBA" (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América).

 

Los invitados

 

Acompañado apenas por cinco mandatarios del núcleo duro de naciones "bolivarianas" como Nicaragua y Bolivia, Maduro juró y entonó el himno nacional con la banda presencial cruzando el pecho.

 

Maduro consiguió casi el 70 % de los votos en las elecciones de mayo, en una contienda de la que no participó el grueso de la oposición por considerarla fraudulenta, entre otras razones, porque los principales líderes antichavistas fueron inhabilitados para competir.

 

"Me siento muy feliz de estar junto a ustedes en este extraordinario recinto", dijo Maduro tras jurar, en alusión a la Corte Suprema y agradeció a los "cinco poderes constitucionales de Venezuela" (entre los que no incluyó al Parlamento, en manos de la oposición) a ministros, dirigentes, y al Estado Mayor Conjunto.

 

También saludó a los gobernadores "legítimos y constitucionales", aclaró, y a los alcaldes de las principales ciudades. También dio gracias a los embajadores presentes, y a "altas delegaciones" llegadas de América latina, África y el Caribe. Y especialmente saludó al presidente de Evo Morales y de Cuba.

  

Los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y de Osetia del Sur (un país no reconocido por Naciones Unidas), Anatoli Bibílov, fueron los jefes de Estado que presenciaron la ceremonia, junto a otra veintena de representantes internacionales.

 

En un intento por hacer notar una abultada presencia internacional en su ceremonia, Maduro pasó varios minutos nombrando uno por uno a los representantes extranjeros llegados a Caracas. 

 

Lo cierto es que trece países del Grupo de Lima  –Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía–, Estados Unidos y Canadá, además de la UE y sus estados miembro, incluido España, no enviaron este jueves representantes.

 

De hecho, la Unión Europea lamentó este jueves el nuevo mandato de Maduro por "elecciones no democráticas". Maduro le contestó a los gobiernos europeos: "¡Detente Europa", dijo y denunció los años de "colonialismo y saqueo".

 

Estados Unidos también condenó "la ilegítima usurpación de poder de Maduro tras las elecciones desleales e injustas que impuso al pueblo de Venezuela el 20 de mayo de 2018", según reza un tuit en la cuenta oficial de del Departamento de Estado de EE.UU.

 

Contrariamente a lo que ordena la Constitución Bolivariana, la jura del mandatario se realizó frente al Tribunal Superior de Justicia dado que la Asamblea Nacional, con mayoría opositora, fue ilegalizada por el gobierno.

 

De traje oscuro y corbata roja, acompañado por su esposa, Cilia Flores, Maduro saludó a su ingreso a las delegaciones extranjeras y respondió los gritos desde los palcos del recinto judicial.

 

En paralelo al acto, la oposición lanzó críticas a través de la redes sociales, insistió en la idea de que el líder chavista "usurpa" la Presidencia en Venezuela y renovó el llamado a las fuerzas militares a que no reconozcan la investidura.

 

Maduro asume en medio de un desastre económico, con una inflación rampante y escasez de alimentos y medicinas, además de una ola migratoria sin antecedentes, y graves denuncias de torturas a opositores.