En medio del dolor por el reciente fallecimiento de su hijo, la mamá del nene de 4 años que sufrió abuso sexual y un zamarreo que le provocó la grave lesión en su cerebro que terminó con su vida, hecho por el cual está detenido su padre, pidió conocer la verdad sobre lo sucedido.
“Del estado de salud del nene sabía, porque me daban el parte todos los días. Pero de lo que realmente pasó no tengo seguridad, porque nadie me quiere informar qué tenía en realidad, qué indicaron los estudios", contó T.C. (se reserva su identidad para proteger a sus hijos menores), la mamá de la criatura que falleció durante la madrugada, en una entrevista con Radio Sarmiento.
Y agregó que, “en realidad nunca vi nada raro. Él no era un mal padre, pero me destrozó al niño. Yo tengo dos hijos más y a los niños nunca les pegó, nada, no era violento. No sé qué pensar, todo puede ser. Lo que sé es que, por ejemplo, yo le cambiaba el pañal al nene y nunca vi nada fuera de lo común”.
Para sostener que, “el día que pasó todo –en referencia al 9 de diciembre del año pasado- yo estaba en el puesto sanitario con mis otros hijos y cuando llegué él se fue a trabajar. Me dijo que se había caído. El nene se tomó el té y se durmió. Cuando fui a buscarlo para que comiera estaba inconsciente. Es todo lo que se”.
En cuanto a lo que espera ahora, indicó que “quiero que se esclarezca todo, que se diga la verdad, porque yo no sé qué pasó en realidad. No he visto las declaraciones, nadie me muestra nada. Todo es presunto. Al papá le diría que me diga la verdad. Yo no estaba ese día. Sólo lo encontré a mi hijo inconsciente, no pude hablar con él ese día por lo nervios y después lo detuvieron y no lo vi más”.
El caso
E.C., el niño de 4 años, ingresó al hospital alrededor de las 13,20 del 9 de diciembre de 2019 con un cuadro de salud muy complicado. En el momento en que los médicos comenzaron a atenderlo determinaron que el niño había sido abusado sexualmente y que, antes de quedar inconsciente, había sido sacudido brutalmente, lo que le provocó un infarto masivo cerebral.
Esos exámenes fueron fundamentales para la suerte del único sospechoso que tiene la investigación, su padre de 27 años, que aún está detenido.