El ejercicio físico modifica la expresión de los genes. Esto sirve para que conseguir un aumento de la masa muscular, por ejemplo. Sin embargo, lo más importante es que se puede usar el ejercicio para modificar la expresión de los genes que producen enfermedades. En concreto, aquellas que más personas matan en el mundo: el cáncer, la diabetes y la obesidad.
Está súper comprobado que la falta de actividad física está detrás de estas enfermedades. Se calcula que no hacer ejercicio es la causa directa de un 6% de las enfermedades coronarias, el 7% de los casos de diabetes, y el 10% de los de cáncer de mama y colon. Hacer ejercicio previene todas estas enfermedades, incluidos los casos de cáncer.
Por si fuera poco, los cambios inducidos por el ejercicio son epigenéticos. Es decir, también se transmiten a las nuevas células que resultan de la división de las existentes.
Estos son algunos de los efectos directos del ejercicio que reprograman tus genes y mejoran tu salud:
Cáncer de mama: en las células cancerosas los genes que se encargan de reparar el ADN están “apagados” por una reacción química llamada metilado. El ejercicio previene la aparición del cáncer de mama evitando este metilado y por tanto permitiendo que el ADN dañado se pueda reparar. En otro estudio el ejercicio evitó que un gen encargado de suprimir los tumores quedase desactivado.
Inflamación: para fabricar las proteínas el ADN traspasa las instrucciones al ARN, la molécula que se empleará como “plantilla” para la síntesis de la proteína. Aquí entran otras moléculas llamadas microARN que regulan el proceso. En un experimento, el ejercicio de intervalos modificó la actividad del microRNA reduciendo la producción de factores inflamatorios en células sanguíneas.
Cáncer de estómago: de nuevo, el ejercicio impidió la expresión de los genes relacionados con la aparición de tumores en el estómago.
Diabetes: uno de los factores determinantes de la diabetes es la resistencia a la insulina. Las células, especialmente musculares, dejan de responder a la subida de insulina para ponerse a almacenar glucosa. El ejercicio modifica la expresión de los genes en el tejido muscular relacionados con la resistencia a la insulina, reduciendo así el riesgo de padecer diabetes.
Obesidad: la activación o desactivación de determinados genes en las células del tejido adiposo determinan el que se dediquen a almacenar más grasa, desembocando en sobrepeso y obesidad. Al estudiar el tejido adiposo se comprobó que los genes asociados a la obesidad se desactivaban con un programa de seis meses de ejercicio aeróbico, tres veces por semana.
Enfermedades cardiovasculares: con cuatro semanas de ejercicio de intervalos de sprints, tres veces por semana, los genes que participan en la aparición de las enfermedades cardiovasculares se desactivaron por metilado.
Enfermedades mentales: al tratar a pacientes con esquizofrenia con un programa de pesas y ejercicio aeróbico suave se comprobó que disminuía la producción de interleucina-6. Se piensa que precisamente el exceso de esta proteína debido a un cambio en la expresión de su gen es la causa de la esquizofrenia.
¿Qué ejercicios hay que hacer para reprogramar tus genes? ¿Cuántos días por semana? No se sabe con certeza. Lo que es seguro es la enorme diferencia entre hacer ejercicio y no hacerlo.
Entonces, qué estamos esperando ¡vamos a mover el cuerpito!