El hijo de Manuel Lemos (derecha) participó de la inauguración de calle Lemos, donde se edificó un monolito con placa recordatoria que está ubicada en Lemos y Calle 11.

Cuando escuchamos el nombre de Manuel Lemos inmediatamente se nos viene a la mente la bodega "La Superiora" en villa Krause. Sin lugar a dudas, una de las más importantes y la más reconocida en nuestra provincia, pero la visión, el trabajo y filantropía de este español va mucho más allá de lo que podríamos imaginar; es la historia de un hombre que transformó la vida de muchos sanjuaninos, mendocinos, porteños y gallegos. 

Manuel nació el 25 de enero de 1875 en La Romallosa, comarca Val Miñor, provincia de Pontevedra en Galicia, España. 

En 1892 con sólo 17 años, emigró con su padre a América, residiendo algunos meses en Uruguay, pero poco tiempo después se radicaron en Buenos Aires. 

Recién ubicados en una pensión, con su innato espíritu emprendedor Manuel inició su primer negocio, una tabaquería que además tenía agencia de quiniela, a ese negocio lo llamó "La Superiora" la que cerró un año después (algunos autores dicen que la vendió) pero nunca relegó de ese nombre que le daría en el futuro innumerables éxitos. 

Tras su primer traspié comercial nunca bajó los brazos. Gracias a la colaboración de un amigo que le prestó unas oficinas de su casa, instaló la parte administrativa de su nuevo emprendimiento, una comercializadora de vinos y licores, además de productos muy típicos como "Chicha". 

En esos días Manuel comenzó a demostrar gran talento para los negocios y a los pocos meses ya había comprado un local en la calle Rivadavia en Capital Federal. 

Cuenta Osvaldo Méndez que por entonces compraba vagones de vinos en Mendoza y San Juan, los envasaba con su marca y los distribuía; en un año había logrado abrir cinco sucursales (con el tiempo llegarían a ser trescientas). En 1911, la firma se convertía en la primera productora de vinos, compró la primera bodega y viñedos en Rusell (Maipú-Mendoza). 

En 1920, iniciaba en Villa Krause la construcción de una bodega que inicialmente tenía una capacidad de 25.000 hectolitros y que llegó a tener 140.000 hectolitros, llegando a moler en su apogeo 17 millones de kilogramos de uva y elaborar más de 15 millones de litros de vino. 

En 1927, realizó un convenio con la empresa Ferrocarril al Pacífico para que los trenes llegaran hasta sus bodegas en San Juan y Mendoza, y en la estación Palermo se construyó un enorme edificio con administración y depósito. El conglomerado económico "La Superiora" tenía 40 vagones tanque propios en el ferrocarril Belgrano y 25 en el San Martín. 

Lemos alentó al directorio de la empresa a asociar a sus obreros, empleados y ex empleados aceptando depósitos a los que aplicaba un fuerte interés hasta alcanzar el importe de las acciones. Estas tenían un interés mínimo garantizado del 8 % y sus propietarios participaban del dividendo correspondiente. 

En la década del 30 la empresa fue premiada en el Congreso de la Uva en Túnez, por sus productos: mermelada de uva, caramelos de uva, pan de uva, y extracto. 

En 1931, se sumó a la flota de camiones, autos y vagones de tren de la empresa, un avión, para realizar de forma más eficiente y rápidas las inspecciones en las bodegas del país. Más tarde, en 1936, Lemos realizó la primera exportación de extracto de uva "La Superiora" hacia Inglaterra. 

En Mendoza hizo construir dos escuelas y los mejores alumnos de Mendoza y San Juan, Lemos los premió con cuadernos de ahorro postal, que se entregaban una vez al año junto con subsidios para ropa y útiles en las escuelas más necesitadas. También construyó un barrio para los obreros de sus bodegas. 

 

Su obra en España 

Pero a pesar de su enorme éxito en Argentina, nunca olvidó su tierra natal la que visitaba con frecuencia. En 1905 fundó la "Unión Hispanoamericana Valle Miñor" junto a un grupo de miñoranos y en su Miñor natal, por su iniciativa, se fundó la Escuela Americana Provalle, cuya propiedad y sostenimiento correspondía a la Unión Hispanoamericana del Valle Miñor junto a otras múltiples obras: la donación del Mercado de Ramallosa, la Capilla dedicada a la virgen del Carmen en el monte Lourido, entre otras. Manuel L. Lemos falleció en Mendoza el 28 de febrero de 1946, dejando un legado extraordinario. Escuelas, calles y plazas llevan su nombre en San Juan, Mendoza, Buenos Aires y el Valle de Miñor en España. 

 

Por Antonio Diaz Ariza 
Docente-Escritor