Os quiero confesar Don Juan, primero / Que ese blanco y color de Doña Elvira / No tiene de ella más, si bien se mira / Que el haberle costado su dinero / Al mismo tiempo confesaros quiero / Que es tan grande la beldad de su mentira / Que en vano a competir con ella aspira / Belleza igual en rostro verdadero
Así comenzaba Argensola lo que varios siglos después conoceríamos con el nombre de maquillaje, una mentira que inspiró el tango homónimo de Homero Expósito…"no es cierto tu candor, ni al fin tu juventud, tu compras el carmín y el pote de rubor que tiembla en tus mejillas…para pintar de amor tu máscara de arcilla". Con menos poesía pero con igual realismo, uno de los Rolling Stones registró una frase célebre: "No dejes que la verdad arruine una buena historia", a los artistas que amamos los deseamos superhéroes y preferimos ignorar prolijamente sus miserias. A ese amor por una mentira agradable, a esa "mano de Dios" de Maradona, Ernesto Sábato lo definió como una defensa psicológica, tendemos a olvidar lo malo y a recordar sólo las experiencias lindas de la vida, El autor del Martín Fierro es más categórico: "Aquellos que en esta historia sospechen que les doy palo, sepan que olvidar lo malo también es tener memoria", dice su último verso. En el mundo de hoy el problema es que la mentira y el negacionismo han llegado a imponerse de tal forma sobre la verdad, que están ganando elecciones en todas partes. El brexit inglés se fundó en una mentira del mismo modo que la campaña de Donald Trump, los kirchneristas se niegan a reconocer el delito flagrante y evidente de sus principales funcionarios.
En el mundo de hoy la mentira y el negacionismo han llegado a imponerse sobre la verdad.
Daddy Brieva llegó a decir que nunca López había revoleado bolsos con dinero por encima de la reja del convento a pesar del testigo Jesús (nombre del humilde vecino) y de las cámaras de seguridad. Esta semana el Congreso se aprestaba a sancionar una ley restringiendo la publicidad de hechos delictivos en los que se acuse a funcionarios en supuesta defensa de sus Derechos Humanos. De haber regido esa norma Nixon no hubiera renunciado a la Presidencia de USA ni el obispo de Boston hubiera sido encausado por encubrir sacerdotes pedófilos ni el Secretario de Estado de Kennedy Robert Mc Namara hubiera debido reconocer que engañó a su pueblo sobre la marcha de la guerra de Vietnam. Esas acciones fueron puestas al desnudo por la prensa.
La ciencia, en el peor momento, con expertos que comienzan a ser perseguidos.
El premio Nobel de Economía Paul Krugman se ha mostrado temeroso del fenómeno ahora llamado también Posverdad. Es una mentira deliberada y previa que no pretende encubrir una acción pasada o relatarla de modo cambiado. La Posverdad consiste en diseñar una mentira que pueda ser creíble para obtener un resultado. Este método está haciendo que prevalezcan los incapaces y malos quienes por su misma naturaleza saben mentir mejor. Carentes de ideas o planes, no tendrían forma de pronunciar una verdad. Lo más evidente es el cambio climático, expuesto a gritos por los científicos e ignorado o hasta negado por los principales dirigentes, algo difícil de aceptar sobre todo siendo tan absurdo y tan bajos los costos para evitar consecuencias de catástrofe. En los principios de lo que llamamos "civilización occidental" la autoridad sobre la verdad recaía en las espaldas de los filósofos, luego pasó a las mentes de los científicos, más recientemente a los periodistas, ahora, en manos de nadie. Las redes sociales han cambiado el rumbo de la información. Nadie se ocupa de verificar las cosas que se publican y que se retransmiten a la velocidad de la luz en las populares cadenas. Todavía circulan mentiras que se pusieron a girar hace décadas y que algún distraído distribuye a otros distraídos y desinteresados que, juntos, despedazan la verdad en esa sierra sinfín. Esa mensajería alternativa tiene su parte buena, permite coordinar acciones y organizar cosas en minutos. Su parte mala, muy mala, es la de las circulares. Sin ir más lejos esta semana las autoridades sanitarias de la provincia han debido desmentir un internado por corona virus, porque un grupo irresponsable lo publicó así desde el Hospital Rawson. Años atrás, una mujer consideró sospechoso a un hombre que miraba niños desde su auto a la salida de un colegio. En lugar de acudir a la policía, tomó el camino más corto, lo fotografió y subió a Facebook con la intención de advertir a otros padres. Identificado que fue el individuo, le cayeron patrulleros al barrio y a su casa, hasta que se supo que solo esperaba que saliera su esposa del trabajo. Esa mujer fue demandada y entiendo que condenada por falsa denuncia y calumnias. Si hubiese hecho lo mismo por Whatsapp, nunca nadie se hubiese enterado de la autora original de esa mentira. Todos somos vulnerables a las creencias que nos resultan convenientes pero es una actitud que debemos combatir y cada vez hay menos gente que lo hace. "La idea de que la honestidad para afrontar la realidad es una virtud parece haber desaparecido de la vida pública" repite Krugman. Muchos están convencidos de que vale mentir si se sirve a una verdad que se supone más elevada, en la política se trata siempre de los intereses del partido. Si en nuestro mundo hay un imperialismo, es el de la mentira. Compite con otro, el Papa Francisco tiene 6,5 millones de seguidores en Instagram, Cristiano Ronaldo 220 millones, Ariana Grande 170, Billie Ellish 1.600 millones de reproducciones en Spotify. Pero eso daría para otra nota, el imperio de la zoncera.
