Otro año muy importante en la vida de Diego Maradona fue 1993. El 24 de febrero levantó su último trofeo con la selección argentina en Mar del Plata.

El combinado nacional conquistó la Copa Artemio Franchi tras vencer por penales a Dinamarca, en un torneo precursor de la actual Copa de las Confederaciones.

Y en octubre de ese año volvió a jugar en el fútbol argentino, en Newell´s Old Boys de Rosario, tras una década en Europa en la que vistió las camisetas del Barcelona, Napoli y Sevilla.

Por esa época Diego ilusionó una vez más a todos los argentinos con su magia en las canchas, sobre todo en la preparación para el Mundial de Estados Unidos 1994, del que luego terminaría excluido en forma temprana por el doping positivo.