La Sábana Santa de Turín, entre las reliquias más significativas del cristianismo.

 

Recientemente, especialistas en antropología han descubierto una asombrosa correspondencia de facciones y proporciones entre la primera imagen de Jesús Misericordioso pintada por Eugenio Kazimirowski y el rostro de la Sábana Santa de Turín. Este asombroso descubrimiento se produjo luego de comparar ambas imágenes por el Prof. Zbigniew Treppa, de la División de Antropología de la Representación Visual de la Universidad de Gdansk (Polonia).

"Los resultados de mis estudios antropológicos de las dos caras de ambas imágenes muestran una completa convergencia de los puntos faciales característicos, como la parte media de las cejas, la base de la nariz, los pómulos, la mandíbula, las alas de la nariz, el comienzo del labio superior e inferior, y la barbilla", expresa el científico polaco.

El 22 de febrero de 1931, durante su estancia en Plock, Sor Faustina recibió la orden de Jesús de pintar su imagen según el modelo que le fue mostrado en una visión (Diario espiritual, 47). Intentó cumplir esta orden, pero sin conocer las técnicas pictóricas, no pudo realizar la obra. Sin embargo, cuando Sor Faustina fue trasladada a Vilna (Lituania), su confesor, el Padre Sopocko propuso al artista Eugenio Kazimirowski pintar la imagen, terminándola en junio de 1934. Al momento de pintarla, siguió solamente las instrucciones de la religiosa, que se quejaba tristemente: "Señor, ¿quién te pintará tan bello como Tú eres?” (Diario espiritual, 313).

Por otro lado, la Sábana Santa es el lienzo funerario en el cual Jesús fue envuelto después de haber sido descolgado de la cruz. El apóstol San Juan la encontró en la tumba vacía del Señor. En ella quedo impresa milagrosamente la imagen de Cristo, con las marcas de la crucifixión y la sangre derramada en las heridas.

Cabe destacar que ese primer cuadro de Jesús Misericordioso fue el único que conoció Sor Faustina. Posteriormente se realizaron otros, más en este primero, que tanto decepcionó a la santa por no haber reflejado la belleza de Nuestro Señor, es en el que se encontró una maravillosa coincidencia con la imagen de Jesús en la Sábana Santa.

Investigaciones sobre la Sábana Santa

La Sábana Santa de Turín proviene de la época de Jesús de Nazaret: científicos italianos del Instituto de Cristalografía de Bari llegaron a esta conclusión. Para evaluar la edad de las fibras de lino en las que se teje la tela, un equipo de sindólogos utilizó rayos X. De esta forma, los investigadores volvieron a refutar los resultados obtenidos a finales de los "80 por el método del radiocarbono, que indicaba que la Sábana Santa era una falsificación medieval.
En 2005, Raymond Rogers, un investigador de larga data de la Sábana Santa de Turín, publicó describiendo los errores cometidos durante la datación por radiocarbono. La datación con este método resultó poco fiable, porque sus resultados estaban influenciados por una fuerte contaminación de la tela con el humo de las velas de cera, que tiene un alto contenido de isótopo de carbono 14C.
Las conclusiones de las últimas investigaciones proporcionan otro argumento a favor de la autenticidad de las reliquias. El equipo, dirigido por el científico italiano Liberato De Caro, estuvo trabajando en la cubierta desde 2019. Utilizó el método de dispersión de rayos X de gran angular que se basa en el análisis del proceso de envejecimiento natural de la celulosa en la fibra de lino, provocado por la temperatura y la humedad ambiental. Para llegar a conclusiones innovadoras, los sindólogos analizaron cientos de muestras de la época de Cristo. Los resultados confirman que las fibras que componen la Sábana Santa de Turín tienen una antigüedad de 2.000 años.

 

Por Ricardo Sánchez Recio
Licenciado en Bioquímica. Orientador Familiar. Profesor.