“Un exabrupto parece poco. Creo que es la línea de una amenaza mafiosa, es un accionar que repudiamos profundamente como demócratas y como deberían repudiar todos los sectores políticos de este país”, dijo anoche el jefe de Gabinete Marcos Peña sobre la polémica declaración de Hugo Moyano acerca de que al gobierno “le queda poco tiempo”.
Hubo reacciones contra la declaración del jefe camionero de otros integrantes del Gobierno, de las cámaras empresarias y de la oposición más cercana a Mauricio Macri.
La confrontación entre el Presidente y Moyano ya estaba desatada, en este caso con un tono que la dejó todavía más expuesta. Por el momento la cuerda se seguirá tensando: así como Moyano fue a fondo desde el discurso y ratificó el desafío de la marcha del 22 de febrero, funcionarios desestiman su capacidad de daño y se muestran convencidos de la conveniencia de la disputa para el Gobierno.
Consultado por el canal C5N por las palabras de Moyano, Peña dijo: “Una persona que está diciendo ‘yo estoy por encima de la ley, por más que soy un ciudadano como cualquier otro, no tengo que responder las denuncias que se me hacen’ y amenazo con la respuesta de que el gobierno va a durar poco es algo que tenemos que dejar atrás como sociedad”.
Temprano, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne había dicho: “Hace falta un diálogo civilizado y no extorsivo. Son sectores de la vieja Argentina que se oponen al cambio”.
Dujovne se refirió también al objetivo del Gobierno de bajar los costos de logística en unos dos mil millones de dólares al año, con la intención de modificar el convenio colectivo del sector. “La mayor parte del transporte de carga se hace por camión y el gremio es inflexible”, dijo a radio Mitre.
“En lugar de seguir amenazando debería dar explicaciones de por qué pasó de ser un dirigente sindical a uno empresarial. Y dejar de utilizar a los trabajadores para que la Justicia no lo investigue”, se sumó la diputada Graciela Ocaña.
¿Qué había dicho Moyano? “Les queda poco tiempo a ellos. La gente está convencida de que este Gobierno está fracasando y no tiene respuestas y que tiene como objetivo la entrega del país”, subió el tono de la confrontación el domingo en Crónica TV. En la Casa Rosada lo tomaron como una reacción “previsible” ante los apremios judiciales del camionero.
Macri cumplió una actividad en La Matanza y pasó la jornada en Olivos. Integrantes del Gabinete y legisladores cruzaron a Moyano. “Tenemos el tiempo que pone la gente, no de los que toda la vida han querido manejar el país como la cosa nostra. Hay que aprender a vivir así”, dijo a Clarín Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.
El Gobierno hizo su parte: la Unidad de Información Financiera, dependiente del Ministerio de Finanzas, entregó tres reportes a la Justicia con información sobre operaciones sospechosas. La cartera de Trabajo iniciará auditorías sobre las cuentas y balances de los gremios y Camioneros será de los primeros.
“Es un tipo de acción que hacen siempre que están acorralados. Esta vez no le va a salir bien, el rechazo social a la extorsión es muy alto”, dijo a este diario un funcionario. Aun con la caída en la imagen de Macri, el Gobierno se muestra fortalecido en este caso por la división ya manifiesta de la CGT y la baja consideración pública de los sindicalistas.
“Son inadmisibles estas declaraciones semi extorsivas”, cuestionó con palabras similares el salteño Juan Manuel Urtubey, uno de los gobernadores peronistas más coincidentes con el Gobierno. “Es desafortunado y peligroso. Hay que tener mucho cuidado con lo que uno dice contra el sistema institucional”, aseguró Daniel Funes de Rioja, dirigente de la UIA