La Defensoría del Público recibió 1.354 reclamos por el tono discriminatorio de una entrevista televisada a un matrimonio de una comunidad originaria, que derivó el viernes pasado en una cadena de repudios desde las redes sociales, informó hoy el organismo.

Por su parte, desde el programa televisivo realizaron hoy un pedido de disculpas.

"Recibimos 1.354 reclamos en la Defensoría del Público por los hechos ocurridos la semana pasada", precisaron a Télam desde el organismo conducido por Miriam Lewin.

En tanto, desde el Inadi confirmaron a Télam que recibieron 200 llamados de personas que llamaron por el mismo hecho.

El jueves pasado en la Línea D del subte de la Ciudad de Buenos Aires una movilera del programa "Bien de mañana", conducido por Fabián Doman junto a los panelistas que se encontraban en piso, por la pantalla Eltrece, abordaron al matrimonio, conformado por Kantuta Killa y Wari Rimachi, "abuelos" de la comunidad originaria Ayllu Mayu Wasi, ubicada en la localidad bonaerense de Villa Martelli.


Este lunes, el conductor comenzó la emisión del programa con un comunicado de "pedido de disculpas".

"El jueves, durante un móvil que tuvo lugar aquí -dijo Doman en referencia al programa- tuvieron lugar una serie de diálogos que generaron incomodidad entre dos de las personas que fueron entrevistadas".

"Fueron entrevistadas muchas personas en ese móvil, pero hubo dos que se sintieron mal", agregó el conductor, y aclaró: "No hacemos un programa para incomodar a nadie, de manera tal que a todos aquellos partícipes o no partícipes de ese móvil que se hayan sentido mal o incomunicados, les queremos pedir disculpas", concluyó.

Durante la entrevista, el jueves pasado, la movilera y los panelistas que se encontraban en el estudio televisivo, pero interviniendo en la nota, se rieron al escucharlos responder en lengua quechua y, según denunció la misma Kantuta Killa, hablaron "en tono peyorativo".

Apenas se expresaron en lengua quechua la movilera interrogó al matrimonio diciéndoles: "A ver cómo es la lengua del indio originario".

Cuando Kantuta Killa, abogada de profesión y jubilada como oficial de un juzgado nacional donde ejerció durante 30 años, intentó hablar durante la entrevista del Tercer Malón de la Paz, movimiento de la comunidad originaria de Jujuy al cual la pareja apoya, la movilera le preguntó "¿el tercer Malón de la Paz, vienen a traer paz?".

La abogada asintió, y agregó que cuando empezó a hablar sobre eso "me taparon la boca con otra pregunta para que no me exprese y aparte, desde el piso, (estudios del canal) ya estaban diciendo un montón de cosas altamente irrespetuosas, de bullying, discriminatorias".

La Defensoría del Público junto al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas realizaron un documento con recomendaciones para el tratamiento mediático sobre pueblos indígenas.

Entre las principales recomendaciones se encuentran utilizar un lenguaje respetuoso y preciso y evitar las denominaciones peyorativas en las coberturas.


Sobre el punto de "evitar la folclorización y los discursos paternalistas y patriarcales", explicaron que "este tipo de abordajes sitúa a los pueblos y comunidades indígenas en posición de inferioridad, producto de la discriminación estructural existente".

Asimismo, "la folclorización en los medios audiovisuales es una versión reduccionista que resalta las virtudes artísticas y culturales de los pueblos indígenas desde una mirada externa".

La Defensoría sugiere "no espectacularizar sus prácticas ancestrales ni asociarlas con el retraso o hacer de ellas una mera estetización. Los pueblos originarios son culturas dinámicas que desde tiempos inmemoriales han propuesto innovaciones en materia de conocimiento".

Y recomendaron "alentar representaciones que no exalten exclusivamente condiciones de pobreza, precariedad y otras formas de vulnerabilidad social y económica".

"Una cobertura responsable supone abordar los asuntos indígenas desde un marco que contemple sus derechos e intereses".

Con respecto al lenguaje, el organismo recomendó "diferenciar las categorías de pueblos y comunidades indígenas y las denominaciones ‘indígena’ y ‘originario’", como prescindir del concepto de raza.

"El lenguaje es el pilar de la violencia simbólica ejercida hacia los pueblos indígenas. Las denominaciones peyorativas y/o que desconocen sus identidades originarias desacreditan a los pueblos y deslegitiman sus derechos", concluyeron.