Ayer en la siesta, Media Agua, en Sarmiento, se vistió de fiesta. Es que, como de manera tradicional, se desarrolló la procesión en honor a San Antonio de Padua. Con fieles de varios departamentos y bajo el sol que hizo amena la jornada, esta celebración religiosa reunió a más de 18.000 personas, dijeron desde la organización. Esta edición del festejo religioso fue mucho más convocante que la del año pasado, cuando hubo unos 9.000 devotos.
Minutos después de las 15, horario en el que estaba previsto el inicio del festejo, las campanas de la parroquia mediagüina comenzaron a sonar. Tras este sonido, que puso en alerta a todos los devotos, comenzó el clásico desfile de las instituciones departamentales. Deportistas, músicos, bailarines y los alumnos de las diferentes escuelas de Sarmiento le pusieron el toque patriótico al festejo.
Durante cerca de 45 minutos, unas 3.000 personas desfilaron a lo largo de unas 6 cuadras. Posteriormente fue el turno de la procesión, que fue seguida por los fieles y vista por muchos vecinos desde sus casas.
Custodiado por unos 30 scouts que llegaron desde dos parroquias de Rawson, San Antonio recorrió las calles de Media Agua. Y, al igual que siempre, la plaza departamental fue el punto de encuentro de miles de fieles de ese departamento y de otros, que hicieron muchos kilómetros para estar cerca del patrono de las causas perdidas.
Desde la organización del evento dijeron que estaban sorprendidos por la cantidad de gente que participó. Es que, a pesar del paro de colectivos que hubo durante medio día, los devotos dijeron presente. Hubo fieles que comentaron que habían llegado durante la mañana para poder encontrar un lugar cómodo y disfrutar de la procesión y luego de la misa.
Acompañada por las reliquias que hay en Sarmiento, la imagen de San Antonio fue venerada por miles de personas, que levantaron ante su paso banderitas y pañuelos blancos y amarillos. A lo largo de unas 10 cuadras, los fieles caminaron detrás de él.
Lágrimas de emoción, de alegría y hasta de súplica fueron moneda corriente. Es que muchos de los presentes comentaron que fueron a agradecer por la salud de algún familiar o porque les va bien en el estudio y hasta a pedir, de manera urgente, un nuevo trabajo. De la peregrinación participaron personas de todas las edades. Hubo familias completas que llegaron hasta la plaza con reposeras para disfrutar de la misa y gente que hasta tenía una conservadora con bebidas y comida, pues estaban en la zona desde primera hora de la mañana.
- Devotas y amigas
Alicia Roca, Marta de Muñiz y Angélica Riveros son amigas. Participan
todos los años de la celebración religiosa.
- Para pedir por la familia
Oscar Labaké y Griselda Barrionuevo viajaron desde Rawson
hasta Sarmiento para pedir salud para toda su familia.
- Regresaron para agradecer
Cintia Perinez, Liliana y Claudia Olguín, y Celia Villafañe, comentaron
que hacía varios años no participaban de la peregrinación.
- Una ofrenda por su hijo
Laura Ortiz (tercera desde la izquierda) regaló botellas con agua
bendita, para pedir y agradecer por su hijo que fue trasplantado.