Connor Sturgeon, un tirador de 23 años mató ayer a cuatro personas en un banco del centro de Louisville, la ciudad más poblada del Estado de Kentucky, en el sureste de EEUU. El atacante, que fue abatido por la policía, tenía relación con el lugar del crimen ya que era empleado del Old National Bank igual que los fallecidos.
Jacquelyn Gwinn-Villarroel, la jefa interina de policía de la ciudad, confirmó que el homicida, armado con un rifle AR-15, entró a la sucursal bancaria alrededor de las 8.30 (hora local), antes de que esta abriera sus puertas al público. La respuesta de la policía fue clave para evitar que la tragedia fuera mayor, aunque los disparos también hirieron a nueve personas, dos de ellas ahora en ‘situación crítica’. Los agentes llegaron al lugar tres minutos después del primer disparo.
Todas ellas eran empleados del banco: Thomas Elliot, de 63 años, el vicepresidente del Old National Bank; Jim Tutt, de 64 años, un ejecutivo; Josh Barrick, de 40 años, y vicepresidente de operaciones de bienes raíces, y Juliana Farmer, de 57 años, una empleada del área comercial. Dos de los heridos son agentes de policía que respondieron a la llamada de emergencia. Uno de ellos, Nickolas Wilt, de 26 años, se graduó de la academia en marzo, recibió un disparo en la cabeza durante la confrontación con el atacante. Wilt fue operado de emergencia y se encuentra ‘en condición crítica, pero estable.
En un video publicado en las redes sociales pueden escucharse los disparos dentro de la oficina bancaria. "¡Tirador activo en el banco!", grita un policía a los peatones.