‘Por qué hablás de mí, gila cu…, hacés tener problemas a tu marido en el Penal’, dijo aquella tarde Fabiana ‘Chingo’ Cabrera, sacada. Para entonces empuñaba un trozo de hierro con punta de al menos 50 centímetros y le había dado su teléfono a un hombre que había llegado a su casa a buscar unos ‘trabajos de costura’, encargándole: ‘Filmá todo para que vean que vamos a pelear dos mujeres y no se mete ningún hombre’. Ese hombre, sería a la larga, pieza clave en la investigación por el homicidio de Cabrera aquella tarde del 23 de marzo pasado, porque la mujer a la que atacaba y que al final le dio muerte con una lima para uñas, era vecina suya en la Villa Río San Juan, Santa Lucía, y también rival de viejos encontronazos. Esa mujer se llama Yanina Alderete, tiene 40 años, le dicen ‘Porteñita’ y ahora quedará a un paso de ser desligada para siempre del crimen de su rival, porque luego de una detallada investigación, el fiscal Francisco Micheltorena (UFI de Delitos Especiales), llegó a la conclusión de que debe ser sobreseída por haber matado en legítima defensa, dijeron fuentes judiciales.

Alderete fue excarcelada luego de 3 meses con prisión preventiva, sospechada de homicidio simple. Su defensor, Jorge Olivera Legleu, siempre sostuvo que sólo se defendió del ataque aquella tarde. Pero fue recién con la prueba que pidió producir Fiscalía, que esa versión se confirmó, indicaron las fuentes.

Fabiana “Chingo” Cabrera murió al recibir un puntazo en el corazón.

Según la acusación, aquella tarde Alderete, su hijo de 13 años y un compañero del colegio de ese chico salieron rumbo a la casa de una familia que vive frente a la de Cabrera. Iban a buscar unos coleros que había encargado Alderete y también a entregarle un regalo a la nena de esa mujer que cumplía años.

La víctima mortal -explicaron- estaba en su casa y salió a atender a un hombre que iba por unos trabajos de costura que había encargado. Cuando Cabrera salió y vio a Alderete, se metió a su casa, salió a los insultos con un hierro, encargó grabar todo en video y encaró a su rival, asestándole un primer golpe con el hierro en la espalda.

Desde entonces todo fueron insultos, gritos y una ‘sostenida intención de Cabrera de agredir a su rival’, que sólo atinó a retroceder y que en un momento apartó a su hijo, que buscó defenderla y recibió un puntazo en una estructura ortopédica que llevaba en el pecho.

Alderete aclaró luego que al ataque de la ‘Chingo’ se sumaron dos de sus hermanas y también la pareja de su rival. Otros testigos aseguraron que al menos una de las hermanas de Cabrera le pegó un ladrillazo en la cabeza a Alderete. En medio de ese desigual ataque, Alderete sacó la lima metálica para uñas que tenía entre sus ropas y en medio de la confusión le asestó un certero puntazo en el corazón a Cabrera, que se desplomó y no pudo ser salvada.

Agresión ilegítima, necesidad racional del medio empleado y falta de provocación suficiente son los requisitos que la ley exige para considerar que alguien mató a otra persona en su legítima defensa. Es lo que argumentará Fiscalía en una audiencia ante la jueza de Garantías, Verónica Chicón, petición que, se da por descontado, tendrá la adhesión de la Defensa. Pero antes de decidir, la jueza deberá escuchar a la abogada de la familia de la víctima, María Noriega, que seguramente se opondrá a esa salida.