Mauricio David ‘Peca’ Ramírez había confesado que mató a Carlos ‘Mauro’ Murúa.

 

Mauricio David “Peca” Ramírez (23) se convirtió ayer en el primer condenado de una seguidilla de ajustes de cuenta que ya cobró la vida de tres sujetos. La jueza Silvia Peña Sansó de Ruiz (Sala I, Cámara Penal) aceptó el acuerdo de juicio abreviado firmado con el fiscal Gustavo Manini y su defensor Horacio Merino, y lo condenó a 13 años y 10 meses de cárcel (habían acordado 14), por darle un tiro en el abdomen a Carlos “Mauro” Murúa (34) la noche del 23 de abril de 2015 en Benavídez al 3580 Oeste, en Rivadavia, y provocar su muerte por esa herida 14 días después. La condena también incluyó otro delito: portar ilegalmente un revólver calibre 22 con 6 cartuchos que le secuestró la Policía, luego de perseguirlo hasta la Villa Morrone, Chimbas, porque se había fugado tras chocar con otro motociclista, el 8 de marzo de 2013.

“Murúa no era buena gente, tenía una denuncia por abusar de una vecina. Y él fue el que le dio cinco tiros a mi hijo delante de nosotros cuando llegó a buscarlo al ’Huevito’ (Ángel Amado), estábamos todos en mi casa y llegaron como un comando”, dijo ayer la madre de Ramírez.

La seguidilla de crímenes se había iniciado con la muerte de Walter Tobal (35) el 17 de marzo de 2013, a causa de los tres disparos que le había efectuado días antes el “Huevito” Amado, por entonces menor (tenía 17 años). Fue a causa de ese cruce que llegaron buscando al “Huevito” a la casa de su cuñado “Peca” Ramírez y lo balearon.

Cuando Amado salió en libertad, fue emboscado y muerto de 17 cuchillazos en el Parque de Mayo el 19 de enero de 2015, por un hermano de Tobal, Sebastián.