El presidente Mauricio Macri encabezó esta mañana la inauguración de la ampliación del gasoducto cordillerano-patagónico. El acto, realizado en la planta de Camuzzi Gas del Sur en Bariloche, también contó con la presencia del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck.
En un discurso de seis minutos, el presidente aseguró que la obra representa "una muestra más del cambio de la resignación y el abandono en esperanza de una Argentina que empieza a levantarse porque decidimos cambiar".
Durante la actividad, un alto en el período vacacional del mandatario junto a su familia en el sur del país, Macri volvió a hacer referencia a la corrupción estatal durante el kirchnerismo ligada a la contratación de obra pública. "Este gasoducto se había prometido con la ampliación en el 2013 y en el 2015, y cuando llegamos no había ni un solo caño construido; entendimos la importancia de esto y la pusimos en marcha".
"Volvimos a transformar obras en esperanza, terminando con esta historia espantosa que hemos vivido de que las obras estaban ligadas con la corrupción masiva que nos hemos ido enterando en los últimos meses", amplió.
Por otro lado, aseguró que durante los últimos años los argentinos decidieron cambiar, pero "cambiar con madurez la forma en que encaramos la vida todos los días, porque decidimos que podíamos construir a partir de la verdad, de poner los problemas sobre la mesa, y tratar de resolverlos de forma conjunta, como lo hacemos a lo largo y lo ancho en todo el país".
Con relación a la política energética, Macri consideró que "un país que quiere crecer por muchos años, en forma sólida, coherente, necesita de energía y ahora la vamos a tener, porque Vaca Muerta nos da una gran oportunidad, no solo para nosotros sino para exportar".