Sólo su presencia ya le aportaba al pelotón algo especial por toda su experiencia en el ciclismo europeo. Pero no se quedó con eso, y luchó para ganar, sobrado, la 62da edición de la "Doble Difunta Correa" que correspondió a la 9na fecha de la temporada del ciclismo rutero. Maximiliano Richeze, del Quick Step, se consagró en la competencia a la que siempre le apuntó: el experimentado velocista totalizó los 155 kilómetros en 3h19m24s.
La competencia organizada por el Club Ciclista Alvear congregó a casi 150 ciclistas de todo el país que llegaron para disputar la carrera de una etapa más importante del país. Y es por eso que llegaron ciclistas de varios puntos del país que no solo buscaron ser parte de la carrera sino también ser protagonistas.
Maxi Richeze vendrá con el Deceuninck-Quick Step a correr la Vuelta a San Juan.
Así fue que en el tramo de ida hacia la Difunta se produjo el primer corte. El brasileño del SEP Magno Prado Nazaret, Facundo Cattapan de la Municipalidad de Rawson y Rubén Rojas de la Municipalidad de Pocito se escaparon en la salida de Caucete y comenzaron a sacar diferencias que llegó a ser de poco más de un minuto, pero la aventura se terminó en la entrada al paraje de la Difunta Correa, allí un grupo de 13 ciclistas los alcanzó y se armó una nueva carrera. A los tres fugados se sumaron: Cristian Romero (Diberboll), Dario Alvarez y Emiliano Ibarra (SEP-San Juan), Juan Sosa y Federico López (Shania Competición), Ruben Ramos (Arbol Verde), Gerardo Tivani y Emanuel Echegaray (Mun.de Pocito), Adrián y Mauro Richeze junto a Daniel Zamora y Ricardo Escuela (Agrup.Virgen de Fátima) y Mauricio Páez (Mun.de Godoy Cruz). Entre ellos manejaron las riendas de la carrera mientras atrás el pelotón quedó desintegrado y dividido en cuatro grupos que recién pudieron acoplarse en la estación Guayama.
No había acuerdo entre los equipos y la diferencia era escasa, eso provocó que la neutralización llegara. Ahí, ya entrando en 9 de Julio fue el puntano Alfredo Lucero el que saltó a la punta. El ciclista de San Luis rodó solo en los dos primeros giros del circuito chico que recorrió la diagonal de 9 de Julio y también la calle Zapata. Lógicamente y como era de esperarse en el último giro el pelotón lo alcanzó y comenzaron los ataques de algunos ciclistas que intentaron la heroica en solitario pero no pudo ser. Ahí apareció la inteligencia y la experiencia que da el ciclismo europeo, porque Maxi Richeze trabajando en conjunto con Nicolás Tivani, que volvió a competir después de dos meses, habían analizado el circuito y vieron el punto justo para pegar el palo. El pocitano trabajó a destajo para lanzarlo al velocista del Quick Step y definió como mejor le sale o tal vez mejor de lo planeado, con Richeze sacandole una buena diferencia en el sprint a Arroyo y Molina. El "Atómico" festejó en San Juan. Lo hizo en la clásica más especial para el mundo ciclista, una carrera que el bonaerense siempre soñó y que ayer por fin se le pudo dar.