Máximo Kirchner encabezó un acto con sindicalistas en el partido bonaerense de Avellaneda, en el que hizo un repaso de los 12 años de gobierno de sus padres entre 2003 y 2015. Además, se metió en la interna opositora y le pidió a Horacio Rodríguez Larreta que “tenga dignidad” y se “saque de encima” a Mauricio Macri.

Desde las 18.45, el presidente del PJ bonaerense y diputado nacional encabezó el encuentro, junto al titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, y el secretario general de la seccional local, Daniel Daporta. Además, estuvo presente el flamante ministro de trabajo bonaerense, Walter Correa.

Sin acceso permitido a la prensa, en la primera fila para escuchar a Máximo Kirchner se encontraban el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro y la intendente de Quilmes, Mayra Mendoza y la titular del PAMI, Luana Volnovich.

A las 19.17 comenzó a hablar Máximo Kirchner, que en el arranque de su discurso transmitió un saludo de su madre, con quien estuvo reunido el mediodía.

Luego recordó los años de oposición durante el gobierno de Mauricio Macri: “Con Abel fuimos compañeros de Bloque, con Wado y Mayra también en los primeros años del macrismo. Habíamos quedado poquitos ahí, habíamos quedado en penitencia. Había un bloque de peronismo racional y después el no racional. Entramos 108 y quedamos 60″.

“Los compañeros que muchas veces nos toca representar al resto debemos dar la demostración no cuando la cosa viene bien, sino también cuando la mano viene fulera. Cuando digo fulera no me refiero solo a resultados adversos, sino que esa negativa de ser parte de las mayorías viene acompañada de otro tipo de castigos. Volví a leer el acuerdo con el FMI y no lo votaría de nuevo, que nadie se haga el distraído”, dijo el diputado.

Máximo siguió: “Es muy extraño que a veces nos acusen de tener ideología porque eso significa tener ideas. Pareciera que es mejor no tener ideas y esperar que venga un organismo internacional a traer política públicas que van a tener poca incidencia en el país y mucha en aquellos países”.

Después recordó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de Néstor Kirchner y agregó: “Yo lo miraba esos días de mayo a Néstor y decía que está haciendo ese señor. Y miren que le tenía confianza, pero la Argentina se venía devorando a todos los que habían sido presidentes. Cuando vi que a fines de diciembre de 2005 nuestro país pudo cancelar la deuda de casi 10 mil millones de dólares dije: ‘mirá vos’ Obviamente nadie le ha dicho el Messi de nada. Por el contrario. Así es el poder en la Argentina. A veces hay medidas estratégicas que no son tan populares y después te terminan dando soberanía”.

“Cuando me fui del bloque, fue una discusión política. Pero no me fui. No me fui del peronismo. No me fui y a la semana fui a TN. Estuve 60 días en silencio”, dijo y debió aclarar que la crítica era a Miguel Pichetto y no a Alberto Fernández.

“La verdad que creo que tenemos que abocarnos mucho a la formación de nuestros compañeros. Porque, si no, aparece esta gente que porque tiene mucha plata piensa que tiene mayor cultura que el resto. La derecha argentina ya no es la generación del 80 ilustrada, se ha transformado en algo bastante mediocre. Ellos que se suelen reír de los que tienen la piel un poco más oscura son los que muchas veces señalan al resto del pueblo argentino desde la ciudad de Buenos Aires. Después las derechas que ejercen las violencias se asustan cuando el pueblo reacciona”, dijo Máximo.

En su discurso, el titular del PJ bonaerense arremetió contra líderes de la oposición y los acusó de discriminadores. “El expresidente dice que fue el mundo en ayuda de la Argentina. Que lo diga, yo van a decir, que tengo una mirada parcial, lo cierto es que hubo una gran discusión dentro del Fondo de dar ese préstamo”, dijo sobre el préstamo del FMI a la administración de Juntos por el Cambio.

Luego llamó a los dirigentes de Juntos por el Cambio a “sacarse de encima” a Mauricio Macri. “Hoy escuché decir a Macri decir que no tenía poder. ¿En serio? Irurzun y él que detenían gente por el poder desigual. Metían presos a quien quería en Argentina, amenazaban, se espiaban entre ellos mismos. Espiaban a su propia familia, al jefe de Gobierno [Rodríguez Larreta] le detonaron prácticamente la vida espiandolo. Cuán poca dignidad hay que tener para seguir dentro de un espacio político que quien lo conduce espía a sus propios dirigentes”.

“Animensé, porque este es un comprimoso que tenemos que asumir como dirigente. Me comprometo con esos dirigentes que hoy están secuestrados por Macri a no usar nada de lo que Macri ventile de ellos para que, de una vez por todas, se lo puedan sacar de encima”, propuso Máximo.

El diputado siguió: “[Rodríguez Larreta] Tiene que sacarse la pata de encima, porque si aspira realmente el jefe de Gobierno de la Ciudad a gobernar el país que se le pare de manos. Que le demuestre a los argentinos que por más de que tenga otras ideas diferentes a las nuestras, tiene el coraje para no dejarse extorsionar por quien fundió a la Argentina. De esto se trata la dignidad de las dirigencias”.

Hablándole a Macri, sumó: “¿Te parece poco lo que pasó con la pandemia? Ah, pero la guerra. ¿Por qué no me contás cuanto estaba el gas antes de la guerra, ya que sos tan irónico?”.

Tras una hora de discurso, recién se refirió en forma velada a las causas judiciales de Cristina Kirchner y dijo: “Yo quiero defender un país en serio. Si a Cristina la está defendiendo un país, como la está defendiendo, es porque cuando tuvo que pelear contra estos poderes lo hizo en favor de la gente. En función de los interés de la mayoría. Entonces yo creo que lo que tenemos que hacer es defender los intereses de nuestra patria porque van a venir, como ya lo han dicho, por la flexibilización laboral, impositiva y después va a venir la ambiental”.

“Les quiero agradecer la convicción que tienen y no en una persona, sino en lo que representó esa persona, cuando tuvo que gobernar. La Argentina tienen que tener dirigentes que se animen a representarla, a gobernarla y que tenga la inteligencia suficiente para administrarla y para trabajar de sol a sol para poder sacar a nuestro país adelante. Nadie puede solo. Por eso, esa pintada que vi en el Puente Avellaneda cuando venía: ‘Si el pueblo quiere, Cristina puede’, la voy a traducir en otros términos. Si los delegados y la base quiere, Abel también puede arrancarle una buena paritaria al sector”, cerró tras más de una hora de discurso.