Desde que se emitió el primer programa del año, Marcos Perrén cosechó adhesiones… y bueno, sí, también algunas contras, pero que no le quitaron el sueño. Pero mucho más que su desempeño culinario en la carpa de Bake Off -de la que salió dos veces, la segunda de manera definitiva- lo que marcó a fuego su tránsito fue su simpatía. Carismático, el participante más chico de esta temporada -tenía apenas 18 cuando se grabó el reality de Telefe- no pasó indiferente ante las cámaras, a las que mostró éxitos y fracasos que lo convirtieron en memes y trending topic en Twitter, algo que se toma con una sonrisa, si bien es cierto que alguna vez se lo vio llorar. Querido por el jurado y por los participantes, el muchacho que aprovechó su paso por la tele para potenciar su presencia en las redes sociales, dialogó con DIARIO DE CUYO sobre su experiencia y las repercusiones que sigue generando aún hoy.

– ¿Cómo comenzaste con la pastelería? 
– Empecé a los 15 y a los 16 arranqué con el negocio. Todavía estaba en el colegio y la verdad es que empecé porque necesitaba plata para mis gastos. Me abrí mi página en Facebook y dije "papá, mamá, les cuento que voy a empezar a hacer tortas" y bueno. Por suerte mis viejos laburan durante la tarde, así que la cocina está disponible y ahí aprovechaba para hacer los pedidos. Comenzó muy tranqui y ya después empezaron a entrar muchos más pedidos… y luego apareció Bake off.

– ¿Por qué quisiste entrar a Bake Off?
– Había visto la primera temporada y me había encantado, me quise inscribir pero era menor de edad, así que dije "quiero estar en la segunda", y me mandé apenas salió el casting. Lo hice porque una de mis pasiones es la pastelería y sabía que era un lugar donde me iba a sentir cómodo. Soy de esas personas a las que nunca les dio miedo la cámara, la tele, desde chico hago videos en Youtube… Quería mostrarle al mundo quién soy, seguir creciendo en la pastelería y seguir haciéndome conocido. Y la verdad que terminó siendo todo mucho más de lo que uno espera cuando entra.

– Más allá de tu eliminación, no pasaste desapercibido…
– Yo sé muy bien en todo lo que me equivoqué y lo que hice bien, y estoy contento con lo que di. Lo más importante es la autocrítica. Hay tortas que veo y digo "Uy, la pifié fuerte"; y otras en la que sabés que te fue muy bien. Me sirvió para aprender un millón de cosas y me dio un montón de amigos que valen oro, personas muy grosas, así que feliz…

– Y aunque sabés el final, juguemos… De esos amigos ¿tu favorito para ganar?
– Da la casualidad que las personas que quedan son con las que más me llevo. En representación de los jóvenes me encantaría que gane Ángelo; y por amistad, Agus o Dani… 

– De los que se fueron ¿sos el que más aprovecha la pantalla?
– No creo, porque los chicos todos están haciendo mucho laburo de redes, les está yendo muy bien y van a llegar muy alto y me pone muy contento eso. Lo que sí puedo llegar a sentir es que cuando alguien piense en Bake Off se acuerde de mí, de mis memes, de la torta de Boca que es insuperable (risas).

– Pero sí sos el más querido. Christophe nos contó que cuando te eliminaron, la gente pedía que vuelvas…
– En las redes recibí muchísimo cariño, es muy lindo eso, todavía tengo mensajes sin responder. Es muy loco, se agradece un montón y me hace ver que iba por buen camino por lo menos…

– ¿En el día a día sos así como te mostraste?
– Siempre fui yo, nunca adopté ningún personaje. Igual el programa se grabó hace ya un año y medio aproximadamente, y uno también cambia, madura, más en esta edad que es muy clave; pero yo soy el mismo, de estar todo el tiempo a full, soy una persona con esa manija, con esa alegría…

– ¿Y cambió tu entorno tu paso por el programa?
– La verdad que todavía no lo noté mucho porque en Buenos Aires estamos muy encerrados por el tema de la pandemia. No deja de ser una locura de todos modos, lo hablamos con mis amigos y es gracioso que les pregunten si conocen a Marcos de Bake Off, es muy loco…

– ¿Te gusta?
– Sí, ahora por el tema de la pandemia no estoy vendiendo, así que el trabajo principal que estoy haciendo es de redes, estoy en algo más mediático, Youtube, otras plataformas, y me gusta ser conocido, me gusta que la gente me reconozca…

– ¿Y te gustaría que sea un trampolín, para la actuación por ejemplo?
– Estaría buenísimo, yo hice teatro un año, siempre me gustó la parte de la actuación, de la televisión, así que estoy abierto a las propuestas que puedan surgir.

– ¿Qué imagen creés que dejaste?
– Creo que tiene que ver con lo que me dijo el jurado en el último programa, que era como un diamante en bruto, que tenía que estudiar y pulirme; pero en un futuro me van a poder ver ahí cerca de ellos…

– ¿Compartís ese pensamiento?
– Sí, completamente, creo que si estudio y sigo practicando, puedo llegar muy alto. Lo de estudiar es seguro, lo de llegar muy alto con la pastelería es algo que todavía no tengo decidido, no sé si es lo que quiero. Sí estudiar, seguir puliéndome…

– …Y adonde la vida te lleve
– Exacto. Soy una persona de poca estructura y que no le gusta pensar algo a futuro, voy viendo el día a día y si un día me pinta hacer otra cosa lo haré. Siempre voy a buscar la manera de rebuscármelas.