Aquellas visitas al médico durante su embarazo le dejaron una huella imborrable. Afirma que el trauma que le generó el ginecólogo Carlos Martínez no le permitió reaccionar en el momento y aún hace mella en ella. Se trata de Johanna, una de las 11 mujeres que denunciaron al médico por abuso, quien se animó a romper el silencio para que las mujeres que son víctimas de estas situaciones “no tengan vergüenza y se animen a denunciar”.

 

“Mis padres eran íntimos amigos de Martínez. Nosotros hasta le hemos cuidado la casa. Yo he jugado con sus hijos”, relató la mujer a DIARIO DE CUYO.

 

Y confió que “yo tenía un embarazo en riesgo. Él me decía que tenía que sacar una muestra de flujo y empezó el tema de los dedos, del manoseo en los pechos, la cola y supuestamente yo me tenía que excitar, siempre repetía esa palabra (…). Hasta que un día me llevó la mano hacia su miembro y me pidió que le hiciera sexo oral”.

 

La mujer reveló además que “después del embarazo no le quería contar a nadie, pero le tuve que contar a mi marido porque no podía volver a tener relaciones”. En cuanto a lo que espera para el médico, más allá de la decisión judicial, Johanna pidió: “Que Dios le haga pagar el daño que nos ha causado, porque el daño psicológico queda”.