Tras una noche de protestas mortales en Perú, el presidente Manuel Merino renunció ayer mientras el Congreso se preparaba para debatir el nombre de su sucesor.
Sólo seis días duró la presidencia de Merino, que asumió el martes pasado, en reemplazo de Martín Vizcarra, destituido el lunes 9 de noviembre en medio de denuncias de corrupción. El sucesor de Merino será el tercer presidente de Perú en menos de diez días, en caso de que asuma por estas horas.
La zozobra política en Perú alcanzó el pasado sábado un punto álgido con una nueva y masiva movilización contra el Gobierno de transición de Manuel Merino, cuya dura represión dejó al menos dos muertos que abonaron tanto el sólido rechazo a su figura como su cada vez mayor debilidad.
Decenas de miles de peruanos marcharon por calles y avenidas de todo el país en una movilización de rechazo espontánea, coordinada tan sólo a través de redes sociales, sin líderes ni portavoces, muy diversa, mayoritariamente joven y con una dominante presencia femenina.
En Lima, la marcha desató duras escenas de violencia y represión que se saldaron con dos fallecidos, un joven de 25 años con una herida por arma de fuego en la cabeza y otro de 24 años con cuatro impactos de proyectiles de arma de fuego. Además se registraron 114 heridos.
Tras conocerse la gravedad de los sucesos, al menos 11 de los 18 ministros del gabinete abandonaron a Merino y diversas figuras políticas exigieron la cabeza del mandatario interino. Merino anunció su dimisión en un mensaje televisado a la Nación, apenas minutos después de que el Congreso exhortara al mandatario a renunciar mientras convocaba a un pleno extraordinario para encontrar una salida constitucional a la crisis y hallar un sucesor al presidente dimisionario.
El anuncio fue recibido con algarabía y aplausos en las calles, donde miles de ciudadanos proseguían con las protestas para pedir la salida de Merino, quien asumió el Poder Ejecutivo después de que el Parlamento destituyera a Vizcarra en una maniobra cuya legitimidad fue ampliamente cuestionada.
El Congreso unicameral de Perú aceptó la renuncia del presidente de la república, Manuel Merino, y se aprestaba a debatir quién debe asumir en su lugar luego de que el primero en la línea de sucesión, Luis Valdez (presidente del Parlamento), también anunciara su dimisión.
Antes de ordenar un cuarto intermedio, Valdez propuso una nueva junta directiva para el parlamento encabezada por Rocío Silva Santisteban, quien, si fuera aprobada esa moción, se convertiría en la primera mujer al frente del Ejecutivo peruano.
El pleno del Congreso se reunió ayer por la tarde para considerar la renuncia de Merino -que aceptó con un solo voto en contra-. Perú, el segundo mayor productor mundial de cobre y que atraviesa una profunda crisis económica por la pandemia de coronavirus, ha transitado por constantes escándalos de corrupción que han llevado a tres expresidentes a prisión preventiva y otro al suicido en las últimas dos décadas.
Vizcarra asumió la Presidencia en 2018, a raíz de la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, acorralado ante denuncias de corrupción.