Los más de 50 peritos que observaron la autopsia realizada el viernes por Roberto Cohen, del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema, firmaron sin discrepancias este lunes el acta que certifica los análisis hechos sobre el cuerpo de Santiago Maldonado. Tal como adelantó el juez federal Guillermo Gustavo Lleral, el cadáver del joven de 28 años no presentó lesiones que puedan relacionarse con golpes o con heridas de algún tipo de arma. La necropsia ahora se incluirá en el expediente, mientras se esperan resultados de análisis complementarios, específicamente para saber cuándo y qué causó su muerte.
La principal hipótesis es que efectivamente Santiago Maldonado murió en el agua helada del río Chubut el 1º de agosto, mientras Gendarmería entraba a disparos y piedrazos a la Pu Lof Resistencia Cushamen y obligaba a los siete manifestantes restantes, que habían cortado la Ruta 40 junto al tatuador, a cruzar el cauce de agua, a 400 metros del lugar del piquete, y refugiarse en las montañas del otro lado de la orilla.
La firma del acta de la necropsia (ninguna de las partes se llevó una copia, para evitar filtraciones) es una formalidad. Allí se explica qué es lo que se hizo el viernes, y el detalle del método técnico del procedimiento: cómo llegó el cuerpo, en qué condiciones, cuánto pesa, mide, y todas las prácticas que se fueron realizando. Pero no están en ese documento ni la data ni la causa de muerte.
El cuerpo de Santiago tenía agua en su interior ("mucha agua en los pulmones", reveló una fuente de la autopsia a este medio), seguramente producto del intento por respirar mientras se sumergía. Será clave entonces lo que se vea cuando se analicen los microorganismos hallados.
Según explicó un especialista, cada medio ambiente tiene su propia colonia de estos seres vivos microscópicos. El resultado de ese estudio podría determinar si lo hallado se corresponde al tipo de microorganismo que vive en el río Chubut.
Para los análisis complementarios, los peritos recogieron del cuerpo de Santiago sedimentos(tierra o barro), polen de la ropa (al momento de caer al agua, Maldonado tenía muchas prendas encima, que mojadas se convirtieron en un lastre de 31 kilos) y del cuerpo y los microorganismos del agua en su interior. Estos estudios, que fueron derivados a laboratorios universitarios de la UBA, La Plata y Córdoba, estarían dentro de 10 a 20 días.
Infobae consultó a más de cinco fuentes que participaron de la autopsia. La mayoría coinciden en que para asegurar que Santiago murió en el río Chubut hacen falta estos estudios. Algunas consideraron que hay pocas chances de que Maldonado haya muerto en otro lado. Una adelantó que "no consta que hubiera sido arrastrado" hacia el agua. Eso tendría que ver con que no se hallaron signos de defensa en las manos y las uñas de Maldonado. Tampoco se encontraron golpes en sus nudillos, que podrían indicar una posible pelea con un gendarme. Un sector de la querella aseguró que "todavía no descartamos que alguien haya llevado a Santiago hasta allí".
Lo cierto es que la autopsia hecha el viernes –que contiene 700 fotos y más de 20 horas de video– aún no puede asegurar si Maldonado fue ahogado a propósito o empujado al agua o si simplemente el joven se tiró por la desesperación de ser alcanzado por la represión de Gendarmería. Se sabe que Santiago no sabía nadar y que, por esa razón, le tenía pánico al agua.
Las causas de muerte más posible son la inmersión (ahogado), la hipotermia (el descenso involuntario de la temperatura del cuerpo producto, en este caso, del agua fría) y el shock térmico, que pudo derivar en un paro cardíaco producto del contraste de temperaturas entre el exterior, el cuerpo y el agua. Lo definirán estudios en la médula ósea de la víctima y en los pulmones. Los 79 días desde su desaparición podrían haber borrado algunas marcas características del ahogamiento, aunque una hallada en el paladar dio indicios afirmativos al respecto.
Fuentes del Gobierno consideraron que "el análisis fue minucioso, el cuerpo estuvo bajo el agua todo ese tiempo, la descomposición del cuerpo fue gradual y la data de muerte pudo haber sido el 1º de agosto". La suposición de que Maldonado se ahogó allí corre por cuenta de una parte de los peritos. Si bien no hubo disidencias en ningún punto, algunos forenses pidieron más análisis para definir ese aspecto.
El viernes de la semana pasada, el juez Lleral había adelantado que habría que "esperar más de dos semanas" para que las pericias determinen la causa y la fecha de la muerte. "Gracias a esta pericia, se pudo determinar que no hubo lesiones en el cuerpo. Por lo menos, que fuera determinada por los peritos, y los peritos estuvieron de acuerdo en concluir sobre ello", dijo el juez de Rawson que reemplazó a Guido Otranto en la causa Maldonado y que, en menos de un mes, encontró el cuerpo que llevaba 79 días desaparecido gracias a un nuevo rastrillaje en la zona del río.
Según las fuentes consultadas por este medio, un jefe de la Prefectura fue quien sugirió volver a buscar en el cauce de agua ya que podía haber un escenario diferente con la crecida del río. Integrantes del Equipo Argentino de Antropólogos Forenses recomendaron apoyarse en perros adiestrados especialmente para detectar gases que emanan los cadáveres debajo del agua. La fiscal Silvina Ávila ordenó el rastrillaje el 13 de octubre y cuatro días después lo encontraron.
Santiago Maldonado había sido visto por última vez en la Pu Lof el 1º de agosto. Había llegado un día antes para acompañar el corte de ruta organizado por el Movimiento Autónomo de Puel Mapu, en reclamo por la liberación del lonko mapuche Facundo Jones Huala. Ese 31 de julio, en Bariloche, el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad nacional, Pablo Noceti, ordenó a Gendarmería intensificar la ofensiva contra el grupo, que ocupa un sector del territorio propiedad de Luciano Benetton desde marzo de 2015. Les dijo que no necesitaban la orden de Otranto para entrar a la Pu Lof si era necesario ya que podían ampararse en el delito de flagrancia.
El 1º de agosto por la mañana ocho manifestantes (siete mapuches y Maldonado) cortaron la ruta y, tal como ordenó Noceti, la Gendarmería avanzó sobre el corte. Cuando los mapuches retrocedieron y se replegaron dentro de su territorio, Gendarmería invadió la propiedad privada y los persiguió hasta la orilla del río Chubut, a pesar de que en las primeras declaraciones, el segundo jefe del Escuadrón 36 de Esquel, Juan Pablo Escola, lo negó. Los siete mapuches escaparon al otro lado del río. Maldonado no lo consiguió. Resta saber qué pasó en los minutos siguientes al instante en que el joven puso un pie en el agua.