La problemática no cesa en el pueblo jachallero de Mogna. Después de un mes sin contar con agua y que DIARIO DE CUYO hiciera visible la difícil situación que atravesaba esa localidad, hace poco más de una semana OSSE intentó darle una solución al problema y si bien la esperanza resurgió en Mogna, el desenlace no fue el esperado y esos 300 jachalleros continúan sin contar con un servicio indispensable. De modo que hubo una movida de familiares para recolectar agua potable en bidones, que llevaron hasta el lugar a modo de donación. Y, al mismo tiempo, desde OSSE dijeron que están gestionando estudios de una repartición nacional para poder hacer una perforación nueva y un acueducto, obra que apunta a darle la solución definitiva a la falta de agua potable para los moquineros.
El drama comenzó el 21 de septiembre pasado, cuando el sistema de red dejó de suministrar agua por una falla en la bomba. Desde ese día los oriundos del lugar se abastecían con el agua que el municipio que comanda Miguel Vega les enviaba en camiones, pero no era suficiente.
"Mucha gente vive de la venta de animales y no puede ni darles agua a esos animales, hay otros que necesitan regar plantaciones, ni pensar en bañarse o lavar la ropa. Es muy complicada la situación que atraviesan", comentó Patricio Salinas, vecino nacido en Mogna pero que reside en Capital.
Lo cierto es que días atrás, también por pedido del intendente, una cuadrilla de la empresa estatal OSSE llegó hasta Mogna para cambiar la electrobomba quemada, al igual que el sistema eléctrico de la misma, pero la nueva electrobomba no funcionó como todos esperaban.
"En la zona de Chimbas Norte y en los puestos siguen sin tener una gota de agua. No está respondiendo a las necesidades del pueblo porque funciona en algunas partes, sólo en la parte del centro, pero es apenas un chorrito finito y en algunas casas nada más", agregó Salinas, que tiene familiares en el lugar afectado.
Por su parte, fuentes de OSSE aseguraron que todos los cañones apuntan a un proyecto para llevar una solución definitiva a una problemática que aqueja a Mogna desde siempre y que se acrecienta mayormente en esta época del año. Ese anteproyecto demoraría, ya que entienden que habría que generar un nuevo pozo y proyectar un acueducto para que esa localidad jachallera pueda contar, por fin, con agua potable.
Para eso, el INA (Instituto Nacional del Agua) debería realizar estudios en el lugar y determinar dónde y cómo se puede generar dicho acueducto y ese trámite demoraría pues es una zona muy mineralizada y los estudios deben ser muy específicos para determinar costos, pero sin dudas se requerirá una fuerte inversión. "Está encaminado pero todavía no hay fechas", comentaron desde OSSE.
Los vecinos, en tanto, reconocen la predisposición de OSSE pero también insisten que la Unión Vecinal de Mogna debe poner en funcionamiento la planta potabilizadora que se encuentra en ese lugar y que, según cuentan, funcionó en un lapso corto de tiempo y dejó de funcionar hace 3 años. "Junto con esa planta potabilizadora había una moto que era la que se iba a utilizar para repartir el agua por el pueblo y nunca supimos qué pasó", comentó un vecino que prefirió no dar su nombre.
Lo cierto es que un grupo de jachalleros residentes en Capital organizó una colecta de agua que partió desde Albardón. Si bien pudieron reunir más de 200 bidones de 5 litros y un centenar de botellas, pagaron con plata de su bolsillo para poder llevar también un camión cisterna que pasó casa por casa para brindar abastecimiento a los lugareños.
"Sabemos que es muy duro poder estar sin agua, con este granito de arena le demostramos nuestro apoyo al pueblo que nos vio nacer", comentó Reggina Cabrera, otra de las personas que se pusieron la lucha al hombro para llevar agua al lugar que las vio nacer.