De traje y corbata, con un discurso enardecido, Javier Milei agradeció a sus votantes y definió el resultado obtenido por su partido como una “gesta histórica”. Avanza Libertad sacó más de 17 puntos y quedó tercero en la ciudad de Buenos Aires. Eso le permitirá tener dos diputados en el Congreso Nacional.
“Almas libres, leones heroicos gracias por tanto rugido”, dijo Milei después de cantar una vez más la canción Panic Show y recorrer eufórico de un lado a otro el escenario del Luna Park.
En ese icónico estadio Milei montó su búnker. Esperó los resultados en uno de los camarines, acompañado por la segunda candidata de su lista, Victoria Villarruel.
“Quiero que sepan que a partir de mañana vamos a empezar a recorrer cada rincón de la Argentina para que en 2023 haya una boleta liberal en cada rincón del país”, arengó el economista desde el escenario antes de preguntar:”¿Se viene el estallido?”.
Cerca de las 19, el economista había entrado con su auto hasta el estadio por avenida Madero y Lavalle pasando por una zona vallada. Ya estaban listas las pantallas para transmitir su discurso y se multiplicaban las banderas amarillas con su nombre y la figura del león -ya característica de la campaña del economista-, intercaladas con las de la Argentina.
Todavía no había resultados oficiales, pero el estadio ya era una fiesta. Una murga que tocó el himno argentino y varias canciones de cancha fue la encargada de musicalizar la previa al discurso del economista. El escenario está rodeado de guardias, como en un recital, y cuenta con una cabina para el DJ, que planea tocar hasta la medianoche. La pantalla, mientras tanto, reflejó durante horas imágenes de la campaña del economista liberal.
Por el público caminaron antes de los discursos vendedores de gaseosas con bandejas en los hombros. La mayoría de quienes llegaron al Luna Park para acompañar a Milei son hombres jóvenes, muchos de ellos lookeados con remeras negras con el nombre del candidato a diputado en amarillo, el color de las banderas libertarias. Otros optaron por amarillas con la figura de Milei en negro y una de sus frases característica: “Viva la libertad, carajo”.
Las esquinas del estadio también se tiñeron con un clima de recital. Desde temprano se podía conseguir todo tipo de merchandising: además de remeras y banderas, había pins con la cara del economista y sus frases, y hasta libros.
Minutos antes de las 18, un hombre lustraba el atril para los oradores en el escenario, mientras otro repetía: “Un, dos, tres, probando” para verificar los micrófonos y el sonido. y los organizadores ultimaban detalles. “Ustedes tienen la tarea más importante”, le dijo uno de ellos al grupo de guardias que seguiría a Milei durante toda la noche.
Afuera crecía la fila de fanáticos que aguardaban para ingresar. Algunos vinieron desde la provincia, uno incluso apuntó que había viajado desde Catamarca.