Javier Milei, líder de La Libertad Avanza y candidato a Presidente de la Nación.

Se impone, otra vez, que nos ocupemos de Javier Milei. El "fenómeno" que alteró la estructura bipartidista en que se movió la política argentina de los últimos 20 años. Que venía a arrasar con la "casta" política, con un discurso que autodenominó "libertario", de extrema, y amenazante, dureza. Sorprendió con una rutilante elección en 2021 y a partir de ahí fue convocado reiteradamente en los principales medios periodísticos. Paralelamente, las encuestas marcaban su constante crecimiento, tanto que la misma vicepresidente pronosticó que "esta será una elección de tercios", dándole cabida entre los, ahora, tres movimientos aptos para ganar las elecciones. Ya no eran dos. Hasta se fijó como objetivo "asegurarnos para llegar al balotaje", es decir, no quedar terceros. 

Los que creemos en la libertad del, y para, el hombre, y todas sus circunstancias, entre ellas las económicas, es que señalamos desde un principio que sus planes, supuestamente liberales, chocaban seriamente con preceptos básicos de nuestra Constitución Nacional. Para él, el mercado era un "dios" al cual deben rendirse todos los operadores de la economía. La exageración que supuso defender el tráfico de órganos, por ejemplo, puso un límite ético, poco menos que infranqueable, al mercado. Eliminar nuestra moneda, aun devaluada como está, reemplazándola por otra, o armar la población, dinamitar el Banco Central, manejarse con decretos y recurrentes plebiscitos, si en las cámaras no tenía eco, fueron otras de sus afirmaciones que movieron al análisis crítico. Para qué decir el modo excéntrico, vociferante y violento, en que se expresaba, e hizo dudar del equilibrio y dominio de sus emociones.

Es tanta la desilusión con lo que Milei llama "casta", que es posible que a pesar de todo, llegue a terciar en el acto eleccionario.

Las elecciones provinciales

Y vinieron las primeras elecciones provinciales. Ya se sabe la baja performance de La Libertad Avanza, que vino a corroborar lo que se pensaba. Milei es un movimiento en sí mismo, con algunos seguidores, pero sin estructura, lo cual abre interrogantes para su probable gestión. Pero ahora, como una catarata, se le han venido encima deserciones, denuncias de venta de candidaturas y hasta la aparición de un libro, "El loco", del periodista Juan Luis González, que profundiza en aspectos inquietantes de sus modos de vivir, sus creencias, que no están precisamente acordes a las costumbres. Para colmo, aquellos desertores, algunos notorios como Juan Carlos Glumberg, introdujeron la idea de que Sergio Massa estaría interviniendo en el armado de sus listas, mediante el mecanismo de la compraventa de candidaturas. Algo que, de ser verdad, sería escandaloso para la imagen de un hombre que venía a terminar con la "casta de políticos corruptos". Así, viró violentamente de candidato seductor, a ser un campeón en eso de ganarse enemigos.

"El loco"

Para colmo, en ese libro, "El loco", su autor entrevista a ignotos personajes ligados al oscuro mundo del esoterismo. Quienes hicieron saber que Milei habría asistido a los momentos de la muerte de su perro Conan, en 2017, a quien consideraba un hijo, estando presente una "médium" experta en conectarse con el alma de animales muertos. Así, cuenta González, Milei pudo seguir conectado a Conan. A quien consultaría, como también a Jesús, para tomar determinadas decisiones. A Conan lo habría clonado en cinco cachorros que son sus mascotas ahora, y con quienes comparte la vida. Son sus "nietos".

Pero no termina ahí este mundo confuso, entre lo real y fantástico. Milei, según este libro, habría sostenido que vio en tres oportunidades la resurrección de Cristo, con quien sostuvo un encuentro similar a los de Moisés en la montaña. Donde habría recibido el mandato divino de salvar la República Argentina y "no parar hasta ser su presidente". 

Estas aseveraciones, que no suscribimos, pero sí respetamos, las repetimos porque "el pueblo debe saber de qué se trata". Periodísticamente, debemos decir que estas conexiones con el más allá han sido popularmente conocidas en otros gobernantes.

Brujos en la historia política

José López Rega, denominado "el brujo", ministro de Perón y allegado a su entorno por Isabelita, creía leer los sueños de Perón y pretendió de dirigir su muerte. Interpretó sueños premonitorios del propio General: "Miré hacia arriba y vi que un hombre muy triste flotaba en el aire. ¿Quién es?, pregunté asustado. ¿Nadie puede ayudarlo a bajar? Alguien respondió: es el pobre Perón y no vale la pena bajarlo porque está muerto". Así lo narró el escritor Tomás Eloy Martínez en su libro "Lugar común la muerte", en el cual, como en casi toda su obra, mezcla sabiamente realidad con fantasía. 

Hay otros brujos en la historia como Rasputín, de influencia en el imperio de los zares, y según Durán Barba, el Ayatolá Jamenei, que gobierna Irán, quien conversaría con el decimosegundo descendiente de Mahoma, que está escondido hace mil años en las montañas, acompañando a Jesús, preparando el juicio final. Como así también el líder de Corea del Norte que se contacta con lo sobrenatural para tomar medidas trascendentes.

Pero, atentos que la gran masa electoral tiene razones que la razón no entiende. Es posible que todas esas "contras" del líder de La Libertad Avanza no las tenga en cuenta porque quiere experimentar algo nuevo. Es tanta la desilusión con lo que Milei llama "casta", que es posible que a pesar de todo, llegue a terciar en el acto eleccionario. Un amigo me advierte que hubo quienes se consideraban "locos", y que lograron cambiar la historia.

 

Por Orlando Navarro
Periodista