En unos pocos minutos el lugar pasó del blanco típico de una habitación de hospital a un mix de colores intensos que a simple vista transmiten vida y alegría. Fue la sala de espera de Onco-Hematología Pediátrica, del Hospital Rawson, a la que Milo Lockett le cambió la imagen. Ayer, el artista chaqueño pintó un mural en una de las paredes de esta sala y con valiosa ayuda de algunos niños que padecen cáncer y que se sintieron también protagonistas de este cambio. Esta obra se dio en el marco del Programa de Responsabilidad Social de la Municipalidad de la Capital y mediante un convenio que firmó con la Fundación El Otro y Fundame.
Al principio ninguno de los niños oncológicos se animó a tomar un pincel para comenzar a pintar, pero en pocos minutos tomaron coraje. Fue luego de que Milo diera las primeras pinceladas. Es que lo que más les llamó la atención a los chicos fue la intensidad de los colores.
"Yo quiero pintar el autito", dijo Martín Fernández, de 4 años, que padece histiacitosis, un tipo de cáncer que afecta a los tejidos. Como su altura no le permitió llegar hasta donde estaba el dibujo, pidió que le trajeran una silla para treparse a ella y desde allí poder pintarlo.
Martín eligió pintar el autito de color rojo y naranja, para que resaltara en el celeste del cielo que había en el fondo del mural y del verde intenso del césped que había al pie del mismo.
De a poco el mural invadió de color la sala de Onco-Hematología. En un espacio de 4 metros de alto por 3 de ancho Milo y los chicos pintaron una ciudad con niños de paseo y jugando en un día a pleno sol. Con esta imagen el artista cumplió el objetivo que busca plasmar a través de su arte: humanizar la medicina.
Milo Lockett es un artista plástico chaqueño, autodidacta, que comenzó su carrera luego de trabajar varios años en la industria textil. En 2002 cerró su fábrica y estampadora textil y abandonó completamente sus actividades empresariales para dedicarse de lleno a la pintura, pero con fines sociales antes que comerciales.
Anualmente el artista dona un promedio de 40 obras para subastar a beneficio del Hospital Pediátrico de Resistencia, Chaco, donde también pintó murales junto a los niños portadores de VIH. Además pintó murales en diferentes escuelas con la ayuda de los alumnos. Todo con dos objetivos primordiales: utilizar el arte como medio para acercarse a quienes más lo necesitan y para transmitir un mensaje de concientización y amor.
Antes de comenzar con el mural, Milo visitó a los niños oncológicos internados con quienes realizó algunos dibujos. En esta actividad lo acompañó Juan Carr, presidente de Red Solidaria que fue nominado al Premio Nobel de la Paz por su trabajo social.