Hace 75 años, allá por 1943, mi padre, José Mazuelos, reconocido fotógrafo de esas épocas, recorría los departamentos de San Juan, en busca de la fotografía que fuera impactante y se prestara para presentar a los distintos concursos de fotos que se realizaban en todo el país. Entre tantos trabajos de fotografía, dos de ellos me llamaron la atención. Hoy son recuerdos de una época de esplendor, de donde se extraía oro. Con el paso del tiempo y del cese de la producción fueron y siguen llamándose “Las Minas de Hualilán”, ubicada en el departamento de Ullum y “Las Minas de Hilario” en territorio de Calingasta. Se ha hablado y dicho mucho sobre estas minas que, con el paso del tiempo se transformaron en “ruinas”. Es decir, su historia, desde cuándo existen, quién las explotaba, etc. Estudiosos en la materia hasta escribieron libros e hicieron filmaciones. Lo mismo que diferentes gobiernos, que tuvieron la iniciativa de hacer de esto una “atracción turística”.

 

Hilario.

Las últimas noticias al respecto datan del año pasado cuando se publicó que las autoridades quieren hacer un museo de sitio con un centro de interpretación, estos son los planes actuales para preservar y disfrutar de las Ruinas de Hilario en Calingasta. Mientras que sobre Hualilán, no hay noticias sobre su futuro.

Han pasado ya 65 años y la iniciativa todavía está en “veremos”. Mi padre ya escuchaba en el año 1943, o sea hace 75 años, de esta transformación turística que todavía está en estudio. No es ironía, pero en tantos años, esta “fuerte atracción turística” no se ha concretado.

 

Hualilán.

El tiempo seguirá su camino y seguirá inexorablemente su destrucción por falta de concreciones. Se ha gastado mucho dinero en “dimes y diretes”, pero la realidad nos dice otra cosa.

¿Cuándo daremos en la tecla de tener funcionarios/as que sepan del tema, muy idóneas y con sangre sanjuanina?

 

(Fotos: José Mazuelos – Ruinas de Hilario y de Hualilán, año 1943).

Leopoldo Mazuelos Corts
Dirigente vecinal