El pequeño nene retratado en una foto al que se lo ve celebrando con su puño apretado y el ceño fruncido se volvió tan viral que hoy en día es uno de los memes más reconocidos y usados en todo el mundo. El niño se llama Sammy Grinner y  fue fotografiado a sus once meses de vida en una playa de Florida mientras jugaba en la arena.

 

Esa escena logró tal trascendencia que se transformó con el tiempo en una de las imágenes más virales y mutó en un meme icónico. Pues bien la imagen cumplió 10 años y la madre del pequeño, Laney Grinner, tuvo la idea de homenajear ese histórico instante haciendo posar a su hijo otra vez en el mismo lugar para revivir el aquel mítico momento.

 

Pero la imagen no solo fue un bello recuerdo ya que sirvió para ayudar al padre de Sammy en un momento muy difícil. El hombre tenía serios problemas en sus riñones y necesitaban dinero para costear un trasplante.

 

La popularidad y simpatía del retrato sirvieron para iniciar una campaña de recaudación que al poco tiempo logró juntar el dinero necesario para la intervención. 

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