El eclipse total de Luna más largo del siglo XXI tiñó de rojo el satélite de la Tierra este viernes, mientras que Marte, que se encontró casi en su punto más cercano al planeta azul, estuvo especialmente brillante.
Es una coincidencia de fenómenos infrecuente e interesante. La Luna tuvo un tono rojizo, un poco cobrizo, y Marte estuvo a su lado muy brillante, con un tono ligeramente anaranjado.
En Argentina, por las condiciones meteorológicas, no se pudo apreciar con tanta claridad, aunque sí desde el Noroeste y el Sur.
De todos modos, a través de Internet, se pudo seguir el fenómeno en directo desde distintas partes del mundo. El espectáculo astronómico pudo observarse a simple vista, sin ningún peligro. Pero los prismáticos, lentes y telescopios permitieron disfrutarlo aún más.
Para que se produzca un eclipse de Luna tiene que haber una alineación casi perfecta del Sol, la Tierra y la Luna. Cuando nuestro planeta se sitúa entre el astro y la Luna, proyecta su sombra sobre nuestro satélite natural.
Esta fase "total" duró 1 hora y 43 minutos (103 minutos), convirtiéndolo en el eclipse lunar más largo del siglo XXI. Al estar privada de los rayos del Sol, la Luna se ensombreció y se tiñó de rojo. Este color se explica por el hecho de que la atmósfera terrestre desvía los rayos rojos de la luz solar hacia el interior del cono de sombra, y la Luna puede reflejarlos.
El otro protagonista de la noche fue el planeta Marte, que estuvo a solo 57,6 millones de kilómetros de la Tierra (el mínimo de distancia se alcanzará el 31 de julio). Hace 15 años que la apariencia de su diámetro no es tan grande. Y habrá que esperar hasta 2035 para ver el planeta rojo tan cerca.