Martina Flores – Cantautora

No sé por qué, pero tengo pocos recuerdos tan claros de mi infancia ¡y este es uno! Salgo con mi papá. Cuando yo era chica él estudiaba en Córdoba. Yo, que era hija única en ese momento, me quedaba con mi mamá ¡y lo extrañábamos mucho! Lo bueno era que siempre que volvía, venía con algún regalito para ambas. Esta foto es de un día que recién llegaba y la ropa que tengo puesta me la había traído él. Como siempre tan ansiosa, ¡ni bien me la dio ya la estaba usando! Y la otra foto es de uno de los últimos cumpleaños de mi bisabuela, "la baba". Fue una de las primeras veces que canté en público, con mi tío Lucio, con quien hasta hoy compartimos música y escenarios. Creo que canté "Un mundo ideal" de la película Aladin.

 

Reencuentro con papá y cantando con el tío.

 

Nano Rodríguez – Cantante folclórico

Estas son fotos que de alguna manera me despiertan sentimientos guardados en lo mas profundo de mi corazón. Una es de una farra en casa de mi abuelo, donde se realizaba un programa radial llamado "El Rancho de Tiofilo" por LV5. Refleja la amistad que siempre hubo con Los Cantores de Quilla Huasi (Cacho Valles, Carlos Lastra, Roberto Palmer) y lo importante que ha sido para mí heredar los amigos de mi abuelo y de mi viejo. La otra es del primer triciclo que me regalaron mis padres, que duró muchísimos años y fue pasando a mis primos. La verdad es que tuve una infancia muy bonita, llena de afectos. Tuve la suerte de disfrutar de mis abuelos y hoy me sirve para poder tratar de criar a mis hijos con los mismos principios.

 

En la casa del abuelo y el primer triciclo.

 

 

Giselle Slavutzky – Bailarina

En los ’80, mis viejos alquilaban un departamento en Brasil y Sarmiento en el que pasé mi infancia. Fue mi parque de juegos, con una terraza enorme y ese lavadero hermoso que servía de decorado para mi incipiente histrionismo. Esta foto me recuerda cuánto me gustaba que me tomaran fotos, pero más me gusta ese lavadero súper humilde que da indicios de una familia en construcción. Además, todos los veranos de mi infancia se resumen en una palabra: Achiras. Mi abuela nació en "la linda del sur cordobés" y de diciembre a febrero aterrizábamos en la casa paterna. Fui realmente feliz en Achiras, quizás porque andaba en bombacha y en patas por la calle, como una nena de pueblo.

 

La terraza de casa y vacaciones en Achiras.

 

 

Julio Mercado – Actor y director teatral

En una foto estoy tratando de parecerme a mi papá, jugando con su equipo transmisor de onda corta que él mismo armó. Crecí con el sonido de las válvulas encendiendo y el olor a estaño de la soldadura. Mi padre era un buscador de voces del universo, un ingeniero arreglador y yo descalibraba sus equipos en mi búsqueda. Al ver la otra foto, también percibo el olor del polvo en el que nos revolcábamos con los perros. Este bóxer y yo son una síntesis de mi vínculo perruno, heredado de mi madre, y uno de los pocos registros de la gran casa de mi abuela Coca, que sonaba a óperas y operetas españolas, olía a café y sabía a empanadas y jamón crudo. En su casa robé mi primer trago de vino y lo fui a escupir donde estaba el perro. Igual me descubrieron.

 

Con el equipo de papá y el perro compinche.