Se trató, sin duda, del broche de oro para un día en el que, de golpe, todo pareció invertirse. El Gobierno decidió este 21 de septiembre ofrecer una catarata de buenas noticias, a pesar de que la variante Delta es un enemigo invisible y al acecho. Se cree que la incidencia por ahora es baja -creencia porque la vigilancia es pobre-, pero el último informe epidemiológico dio cuenta de que los casos de circulación local crecieron seis veces en 9 días.
Pese a ello, este martes fue el día en que las escuelas definitivamente dejaron de ser contagiosas y en provincia de Buenos Aires se anunció que los alumnos concurrirán hasta los sábados; los boliches sin circulación de aire pasarán a ser sitios seguros contra el Covid y el Estado nacional decidió estimular el abandono del barbijo en la calle cuando eso es algo que debería resolverlo cada provincia.
Ese nuevo mundo fue coronado con un dato sintomático. Un blooper que pasó casi inadvertido, porque pronto tuvo corrección. Por un periodo breve, la cantidad de testeos del día mostró un número negativo. La cifra en cuestión fue -1.556.764. Es decir que si uno sacaba la positividad, el resultado daba menos que cero: -0,118 por ciento, lo que no tenía sentido alguno.
En realidad, la falta de sentido era matemática, aunque no semántica, dado el contexto que se presentaba. La cifra parecía hacerle justicia poética al mensaje que el Gobierno se había propuesto instalar: “la pandemia ha terminado”. Por supuesto que era un error y poco después el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) modificó el número, para arrojar un total de testeos más razonable: 53.815.
Así, la positividad del día se ubicaba en 3,41 por ciento. La corrección fue, a su vez, la confirmación de un regreso a la normalidad en la contabilidad de los testeos diarios, un reporte que había empezado a fallar hacía 14 días. El Gobierno había explicado que se trataba de “un error de sistema entre la base de SNVS y el impacto en el tablero”, que al parecer impedía visualizar correctamente ese dato.
Finalmente, este martes se supo que la cantidad total de testeos realizados hasta la fecha era de 23.362.441, esto es 890.377 menos de los reportados hasta el 10 de septiembre, cuando habían comenzado los inconvenientes. ¿Por qué menos ahora?: el primer síntoma de equivocación había ocurrido el 9 de septiembre, cuando el tablero marcó una cifra absurda: en 24 horas se habían hecho 1.449.531 testeos.
A partir de entonces la cuenta se interrumpió y la información de los testeos quedó en blanco hasta este martes. Si uno quisiera saber cuántos testeos se realizaron en el “periodo oscuro” debería remitirse al total que había el 8 de septiembre, cuya marca era de 22.735.338 testeos. Si esa cifra se descuenta del nuevo total actualizado, la diferencia da 627.103.
Al dividir los testeos del periodo en cuestión por los 14 días que transcurrieron desde el último dato cierto, el promedio diario de PCRs realizados ha sido de 44.793. En ese mismo plazo hubo 27.899 nuevos casos de Covid, lo que da un promedio diario de 1.992, con lo que la positividad del intervalo que quedó oculto en los circuitos informáticos fue de 4,45 por ciento.
Con esto parece terminar el misterio de los testeos no informados por dos semanas. El tiempo transcurrido sin resolución había generado dudas y especulaciones. Hubo hasta gente cercana a la ministra Carla Vizzotti que no entendía por qué un error informático tardaba tanto tiempo en resolverse. Como sea, fue la última buena noticia de la jornada para completar un inolvidable Día de la Primavera.
(Fuente: Clarin)