Por segundo año consecutivo la recordación del nacimiento de la Patria, el 25 de Mayo de 1810 es atípica porque tiene el paralelismo del acontecimiento histórico que dio lugar a la emancipación con el surgimiento del primer gobierno criollo, con los embates actuales de la pandemia de coronavirus. Así como se hizo para romper las ataduras coloniales como primer paso hacia la soberanía alcanzada seis años después, ahora es imperiosa la decidida participación del pueblo para alcanzar un objetivo supremo para el bien de todos.

Es que nunca se hubiesen precipitado los hechos de la Semana de Mayo, hasta culminar en el Cabildo Abierto, sin las voluntades de gente decidida, de todos los sectores, para alcanzar el éxito de una Revolución con basamento republicano. Ese grito de libertad, lanzado unánimemente hace 211 años, se pudo escuchar al lograrse acuerdos entre "morenistas” y "saavedristas” entre otros grupos que tenían enfoques diferentes para liberarse de la corona española.

Por ello la necesidad de reflexionar ante un ejemplo que requiere la reacción de todos para enfrentar a un enemigo implacable como es el covid-19, que pone a prueba a todos los sectores de la vida nacional y más a la clase dirigente de cualquier origen. Podemos rechazar por convicción o posiciones ideológicas la política sanitaria, pero el avance arrollador del coronavirus en esta segunda ola letal, nos reclama poner el hombro con un alineamiento pensando el bien de todos. Vale reiterar que aquí, ni en el mundo, nadie se salva por sí solo en esta emergencia.

La crisis actual que se extiende a todos los ámbitos, nos vuelve a señalar el enorme valor de la soberanía donde hace estragos la pandemia con la paralización educativa, científica, tecnológica, productiva, con sobrecarga sanitaria por la emergencia y una paralización económica sin precedentes. Necesitamos otra gesta para salir adelante con renovado espíritu patriótico, pero no se logrará si la mezquindad, los intereses sectoriales o el egoísmo ponen piedras en el camino.

Es necesario tomar con devoción patriótica personal e institucional las medidas de aislamiento a fin de lograr conciencia ciudadana para afrontar una situación inédita que llevará tiempo aún con los recursos que la ciencia médica está desarrollando para controlar la tragedia. Juntos podremos transitar la senda de recuperación de nuestra Patria, pensando en el legado que nos dejó el 25 de Mayo de 1810, punto de partida de nuestro orgullo republicano.